La radicalidad de que somos iguales

León registró 29 condenados de enero a marzo por violencia de género

María Espinosa
16/08/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Carteles en la manifestación feminista del 8 de marzo del año pasado. | DANIEL MARTÍN
Carteles en la manifestación feminista del 8 de marzo del año pasado. | DANIEL MARTÍN
«Son unas exageradas», «eso le ha pasado por guarra», «ni machismo ni feminismo, igualdad», son algunas de las cantinelas que, cada día, soportan muchas mujeres que defienden esa ‘cosa’ llamada feminismo y se ponen de pie para reivindicar sus derechos y para poner freno a las injusticias que, aún hoy en día, existen en la sociedad.

Según la Real Academia Española –pese a no ser un alarde de igualdad ya que hasta no hace mucho seguía considerando a las mujeres como el ‘sexo débil’– define el feminismo como «principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre».

Lo que cierta parte de la sociedad considera feminismo o una imposición de la mujer sobre el hombre se llama hembrismo y es lo mismo que el machismo pero sin haber causado tantas muertes.

El feminismo busca la igualdad entre mujeres y hombres, el hembrismo es como el machismoLas agresiones sexuales y la violencia machista siguen dejando un rastro de víctimas, mortales o no, en nuestro país. Los condenados españoles por algún tipo de delito contra la mujer este primer trimestre de 2018 ya suman 29 en León.  

La coordinadora de la Asociación de Ayuda a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia Doméstica en León (Adavas), Sagra Pérez Astobiza, relata alguna de las situaciones más complejas que han tenido que vivir en la asociación. La culpabilización de las víctimas de agresiones sexuales es algo demasiado común. Aunque haya una condena firme, la sociedad culpa a la víctima. «Hemos tenido casos de niñas de once años que han sido agredidas por un conocido y él alegaba que le provocaba y en el pueblo le daban la razón», cuenta Sagra.

Si la sociedad es capaz de culpar a una niña de once años de una violación, ¿qué les impide culpar a una joven que ha salido de fiesta? «Unas chicas estaban de fiesta en el pueblo de al lado y se encontraron con un vecino de su pueblo. Una de ellas quería irse a casa y las otras no, así que el vecino se ofreció a llevarla. Se fueron en coche y él la llevó a las afueras y la violó. Aunque le condenaron, a ella la culpaban y le cuestionaban que hubiese seguido en el coche con él para llegar hasta el pueblo y, por supuesto, la increpaban sobre qué hacía ella a las tantas de la noche en una fiesta», lamenta la coordinadora. «Jamás se cuestiona al violador», quien «en este caso era un hombre de unos treinta años, casado y con un hijo recién nacido. Pero, aunque la justicia le condene a él, ella siempre es la mala», sentencia.

La culpabilización de las víctimas llega a decir que una niña de once años provocó a su agresorLa culpabilización de la víctima y justificación del violador lo hemos visto con ‘La Manada’, caso mediático que no solo culpaba a la víctima sino que le encargaron a un detective que la siguiera para probar que hacía vida normal y alegar que no se comportaba como una víctima, «la psicóloga siempre recomienda a las víctimas hacer vida normal y recuperar los hábitos que tenían antes de la agresión», comenta Sagra.

Ante nuevas medidas que protegen a las víctimas o que reclaman igualdad, una parte de la sociedad no lo ve con buenos ojos, «hay gente que reacciona violentamente, como en el caso de ‘La Manada’, que hay quien se queja de que ya no se puede ligar en una discoteca; No, lo que no puedes hacer es tocarle el culo a una chica, que es algo que se ha asumido como normal», reivindica Lucía Lorenzana, psicóloga de Adavas.

Acerca de la culpabilización, Lucía nos cuenta que, «seguimos viendo mucho sentimiento de culpa; si te paralizas ante esa situación no te creen, pero en el caso de Diana Quer, cumplió con lo que se supone que hay que hacer, se resistió y está muerta», recuerda y además, considera que «eso envía un mensaje horrible, que estás indefensa», sentencia la psicóloga.

El género es una construcción social en la que acabamos cayendo porque es lo que se esperaActualmente se está visibilizando mucho más la violencia sexual y la violencia de género, sin embargo, es una cuestión que siempre ha existido, «ahora el machismo resalta más, pero ha sido una cuestión histórica, aún nos queda mucho camino», confiesa Lucía.

En algunos casos, las chicas jóvenes asumen roles que han sido adjudicados a los hombres como forma de reivindicar la igualdad. La psicóloga explica que esta situación se produce a causa de que «lo masculino ha sido lo bien visto, lo prestigioso». «Una manera de tomar poder es teniendo actitudes masculinas, pero deberíamos replantearnos que algunas conductas no están bien, como el pelearse», afirma Laura. Estos roles de género crean desigualdades diarias, en opinión de Lucía, «el género es una construcción social en la que todos acabamos cayendo porque es lo que la sociedad espera de ti». La solución debería ser educar y transformar estas conductas.

La desigualdad perjudica a toda la sociedad y el feminismo lucha por todos y para todos. La igualdad se conseguirá si la sociedad se une por ella. Y solo así se podrá conseguir una vida más justa y libre para las futuras generaciones.
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