La provincia adapta al nuevo límite sus 326 kilómetros de carreteras 'noventeras'

La normativa que reduce a 90 kilómetros por hora la velocidad máxima en las vías convenciones entra en vigor este martes

Víctor S. Vélez
28/01/2019
 Actualizado a 15/09/2019
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Este martes entra en vigor el límite a 90 kilómetros por hora en las carreteras convencionales, aquellas de un único carril por sentido y sin desdoblar. Para cumplir con la normativa, este lunes se han terminado de cambiar las señales de tráfico que informan del nuevo máximo de velocidad. A una de estas sustituciones se ha acercado esta mañana el subdelegado de Gobierno en León, Faustino Sánchez, quien ha asegurado que el cambio de normativa se desmarca de fines recaudatorios y se centra en salvar vidas en unas vías de elevada siniestralidad.

En concreto, a lo largo del año pasado en la provincia de León hubo 13 accidentes con víctimas mortales, en un total de 15 personas fallecidas, de los cuales nueve ocurrieron en carreteras convencionales. "Es decir, cerca del 70 por ciento, en concreto un 69,23 por ciento, ocurren en carreteras convencionales. Por tanto, es ahí donde actuamos", ha apuntado el representante del Gobierno en la provincia.

La nueva normativa responde a la modificación del artículo 48 del Código General de Circulación y contempla un cambio de la señalética que en la provincia leonesa afecta a un tramo de 326,61 kilómetros de la Red Estatal, dentro del total de 566,62 kilómetros de carreteras convencionales que transitan por León. Unas cifras que en el conjunto de España alcanzan unos 10.000 kilómetros de los cerca de 165.000 que forma la red viaria nacional.

En León se han sustituido un total de 115 señales con un coste de 22.243 euros, sin haber recurrido a las pegatinas con la limitación de 90 kilómetros por hora que sí se han utilizado para adaptarse a la normativa en otras provincias. Un máximo a partir del cual se aplicará una política de sanciones con el objetivo de "salvar el mayor número posible de vidas humanas". "El aumento de velocidad tendrá la consideración una falta grave o muy grave, en función del exceso con respecto a lo que marca la vía", ha señalado en este sentido Faustino Sánchez.

El nuevo límite de velocidad en todas las carreteras convencionales a 90 kilómetros por hora para coches, motos, autobuses, autocaravanas de masa máxima autorizada igual o inferior a 3.500 kilos, pick-up, vehículos derivados de turismo y vehículos mixtos adaptables. Mientras que el tope será de 80 kilómetros por hora para camiones, tractocamiones, furgonetas, autocaravanas de masa máxima autorizada superiora 3.500 kilos, vehículos articulados, automóviles con remolque y resto de vehículos. "Esta medida no es en absoluto caprichosa ni se trata de crear dificultades a los conductores. En la estrategia de seguridad vial de 2012 a 2020, el objetivo último era reducir la tasa de fallecidos y por millón de habitantes a 37. Ese objetivo que creíamos que era factible se ha estancado y no lo hemos conseguido", ha lamentado el subdelegado de Gobierno acompañado por el Jefe provincial de Tráfico, el Jefe de la Unidad de Carreteras y el teniente de Guardia Civil de Tráfico de la provincia.

Mejor frenado y campo de visión


Desde el Gobierno y la Dirección General de Tráfico (DGT) se considera que el factor más adecuado sobre el que actuar es la velocidad. Así, por la distancia de frenado que para un vehículo que circule a 90 kilómetros por hora se conseguiría detener totalmente en 70 metros que se elevaría, según las estadísticas, a 82 en el caso de una velocidad de 100 kilómetros por hora. En el caso de que el firme de la vía estuviera mojado, la distancia en la que el vehículo se detendría aumentaría en un 70 por ciento, según han explicado desde la Subdelegación del Gobierno.

Junto a la distancia de frenado, una elevada velocidad también aumenta las posibilidades de sufrir un accidente al volante por la disminución del ángulo de visión del conductor. Los 70 grados para ver de los que dispone un usuario que circule a 50 kilómetros por hora se reduce a 42 grados en el caso de que la velocidad sea de 100 kilómetros por hora. A una velocidad de 150 kilómetros por hora, el conductor solo tendría un campo de visión de 18 grados sobre la calzada.

El Ministerio de Fomento tenía previsto gastar alrededor de 440.000 euros en cambiar las señales con límite de velocidad de 100 a 90 kilómetros por hora, en unas 2.700 señales. A esa cantidad hay que añadir lo que habrían destinado al cambio de señalización las comunidades autónomas, las diputaciones provinciales y los cabildos insulares, que también son titulares de vías de ese tipo.

La primera medida de calado de la DGT con Pedro Sánchez en La Moncloa, equiparará a las carreteras convencionales españolas con la mayoría de las europeas. Por su parte, cinco países (Alemania, Austria, Irlanda, Polonia y Rumanía) mantienen el máximo de circulación a 100 kilómetros por hora. Suecia cuenta con el límite de velocidad más bajo (70 kilómetros por hora), por delante de Chipre, Dinamarca, Finlandia, Francia, Liechtenstein, Malta, Noruega, Países Bajos y Suiza que lo sitúan en 80 kilómetros por hora.
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