La propiedad de las competencias

Poco importa a los leoneses si es la institución provincial o la autonómica la que tiene que hacerse cargo de determinados servicios que son fundamentales para la provincia, sino que se aporten cuanto antes las soluciones necesarias

Morán denunció ayer que la Diputación no ha sido todo lo reivindicativa que debiera con la Junta en los últimos años
24/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
La de las competencias impropias es una batalla que viene de largo entre la Diputación Provincial y la Junta de Castilla y León. Se trata de un asunto que ha copado buena parte de los discursos políticos de los últimos años, utilizada de forma partidista y sin llegar nunca al fondo de la cuestión. Por eso cuestiones que son vitales para la provincia de León se han convertido en arma arrojadiza, en un intercambio de golpes según el interés de cada partido, pues las dos instituciones tienen sus propios argumentos para defender sus posturas. No se trata, o no se debería tratar, de un intercambio de acusaciones. En la mayoría de los casos, más que la propiedad de las competencias, lo que se negocia a fin de cuentas es la financiación de éstas, que es lo que termina condicionando los presupuestos y, por lo general, evitando que se puedan prestar los servicios que los leoneses reclaman, da igual que sea a la Junta o al Palacio de los Guzmanes. El presidente de la Diputación, Eduardo Morán, afirmó ayer que la institución no había sido todo lo reivindicativa que debiera a lo largo de los últimos años con el ente autonómico, y anunció que a partir de septiembre iniciará una ronda de contactos con las diferentes consejerías para negociar asuntos como el uso del edificio del actual conservatorio o los centros asistenciales, que han sido bandera de la política social de la Diputación durante los últimos años. A los leoneses poco les importa de quién es la competencia, sino que se aporten las soluciones necesarias.
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