La Ponferradina no regala descuentos

Las tres últimas victorias de los blanquiazules han llegado con goles en el añadido / Los bercianos no marcaban tres o más goles desde el mes de noviembre

Alejandro Cardenal
15/02/2022
 Actualizado a 15/02/2022
Los jugadores de la Deportiva celebran el gol de Espiau. | LA LIGA
Los jugadores de la Deportiva celebran el gol de Espiau. | LA LIGA
Dice el refranero que hasta el rabo todo es toro y la Deportiva lo está siguiendo a pies juntillas. El conjunto berciano, para desgracia de aquellos seguidores que sufran del corazón, le ha cogido el gusto a eso de ganar a la épica y ha logrado sus tres últimos triunfos de forma agónica, con tres goles en el tiempo de descuento que de no haber llegado dejarían a la Ponferradina en una situación radicalmente distinta.

Pero como eso sería fútbol ficción y, al menos hasta que a Tebas, Rubiales y compañía se les cruce otro cable, poco importa a la hora de la verdad, de momento el conjunto berciano puede presumir de exprimir los partidos hasta el final.

Los encuentros ante Mirandés, Huesca y Real Sociedad B fueron, salvando las distancias, un `déjà vú’. En todos ellos los de Jon Pérez Bolo se adelantaron en el marcador, recibieron el gol del empate en una acción aislada cuando más controlado parecía el choque y se llevaron el gato al agua sobre la bocina.

Y es que la Ponferradina tiene siete vidas. Al duelo ante el filial txuriurdin llegaban los blanquiazules tras dos derrotas consecutivas y sin ganar en El Toralín desde el mes de diciembre, precisamente, aquel partido ante el Mirandés que dio el pistoletazo de salida a esta particular racha.

Pese a que los de Xabi Alonso pusieron la igualdad en el marcador hasta en dos ocasiones, la primera de ellas con un penalti que ha pasado por alto por el subidón del triunfo, pero que engrosa la larga lista de calamidades arbitrales que la Deportiva está sufriendo este curso, los de Jon Pérez Bolo tuvieron la fe que faltó ante Tenerife o Girona y mandan un mensaje a aquellos que esperaban un bajón de los bercianos con el cuchillo entre los dientes.

De momento tendrán que esperar, porque los blanquiazules demostraron este lunes estar más vivos que nunca, especialmente de cara a la portería rival. Tres meses llevaban sin marcar tres o más goles, desde la goleada al Sporting de Gijón (4-1) en El Toralín. De hecho, el autor del tanto que abrió la lata, Erik Morán, marcó con la Deportiva su primer gol en la categoría y puso fin a una sequía de casi cuatro años, ya que su último tanto lo había anotado con el AEK de Atenas en la temporada 2018/2019.
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