La politización de la nieve

Las nevadas de octubre han traído las ganas de esquiar a los esquiadores y de reivindicar a las oposiciones de las diferentes administraciones en este año electoral, pero de momento lo que no se puede cambiar es que el invierno llega cuando le toca

Es evidente que San Isidro y Leitariegos no son ejemplos de gestión, pero las privadas tampoco han abierto aún
06/11/2018
 Actualizado a 12/09/2019
Aunque no lo parezca, la nieve es uno de los factores que más tienen que ver con la política. No sólo por el centralismo, por aquello de que, si uno se fía de los telediarios y de los periódicos nacionales, en este país parece que sólo nieva cuando nieva en Madrid. Tiene que ver también con los años electorales, que es cuando alcaldes y diputados se afanan en limpiar las carreteras con más determinación. Y, además, por si todo esto fuera poco, la nieve se ha colado también en las propuestas de los partidos políticos en esta época pre-electoral, partidos que la ven caer desde la ventana pero no tienen ni idea de lo que es gestionar una estación. La nevada de octubre abrió las ganas de esquiar a los esquiadores y de reivindicar a las oposiciones de las diferentes instituciones. Hasta la Diputación se ha sumado a las buenas intenciones, creando la posibilidad de que San Isidro y Leitariegos abran el próximofin de semana pero reconociendo que no habrá nieve. Un dato para todos ellos: en toda la península Ibérica sólo hay hoy una estación abierta, La Masella. Que San Isidro y Leitariegos no son ejemplos de gestión es más que evidente, pero incluso las estaciones privadas donde se optimizan al máximo todos los recursos no han podido inaugurar la temporada. El cambio de hora se podrá decidir desde lejanos despachos, pero de momento el invierno sigue llegando cuando le toca.
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