La poética artística de la multidisciplinariedad

Nuria Cadierno dice no gustarle los límites, y así experimenta continuamente siempre con un pie en la poética

Mercedes G. Rojo
19/06/2018
 Actualizado a 17/09/2019
La artista Nuria Cadierno. | L.N.C.
La artista Nuria Cadierno. | L.N.C.
"Para mí, en arte, todo tiene la misma base y origen y lo que verdaderamente me interesa es el conocimiento y la expresión de los sentimientos humanos que genera".

Nuria Cadierno. Artista multidisciplinar

Caminaremos hoy por los senderos artísticos leoneses de la mano de una creadora multidisciplinar, Nuria Cadierno (Astorga 1969), que tras su paso formativo por Madrid, La Coruña y otras ciudades del panorama español, vuelve a refugiarse en las tierras próximas al Teleno para encontrar la tranquilidad y el impulso suficiente con el realizar su obra y participar en proyectos en los que el diálogo con distintos artistas y disciplinas diversas es una constante, incluido el mundo de la literatura. Dice no gustarle los límites, y así experimenta continuamente en pintura, escultura, fotografía, grabado, dibujo, ilustración,…, siempre con un pie en la poética, en lo literario, con una fuerte tendencia hacia el expresionismo, hacia la abstracción que siente crecer en su interior cada vez más. Unida a la práctica y a la contemplación del arte desde su más tierna infancia reconoce este mundo como el que consiguió abrir en ella una puerta al conocimiento, además de ayudarla a descubrir y a elegir su personal manera de relacionarse con el mundo y de expresarse a sí misma, como si de "una guía sin fronteras ni limites, un lenguaje mas allá de lo puramente visible o tangible" se tratara; la punta del iceberg del conocimiento, algunas de cuyas formas hay que aprender a descifrar para acceder no solamente a su parte visible sino también a la que se nos esconde.

El arte requiere una actitud de apertura mental y de continuo aprendizaje y experimentación Para Nuria Cadierno "el arte requiere una actitud de apertura mental y de continuo aprendizaje y experimentación" que siente como importante en el paso por la vida, una actitud que a ella le permite la inocencia necesaria para estar siempre dispuesta a descubrir, a crear, y que le gustaría no perder nunca. Dentro de esta realidad, dice sentirse caracterizada por la dispersión y la tendencia a lo multidisciplinar que le permite combinar los distintos retos con su propio aprendizaje, a través de la experimentación con diversas disciplinas que desembocan siempre en un nuevo orden creativo tras el que vuelve al origen, a ella misma, por caminos en los que también se hace presente al azar, la sorpresa, aquello que no se puede prever.

Y si considera la práctica del arte interesante para el desarrollo de cualquier capacidad -ya que las distintas disciplinas artísticas exigen un desarrollo continuo de la percepción, la reflexión, la concentración y la voluntad de superación, cualidades que junto a otras facilitan un crecimiento tanto personal como social-, no considera menos importante el hecho de la expectación. Siente que en la espiral de conocimiento, siempre en continua evolución del arte, el espectador es la parte fundamental para permite la interrelación necesaria entre los distintos agentes del mismo, que la comunicación revierta en una ampliación permanente del mundo propio y ajeno; un espectador que muy bien puede ser el propio artista porque éste es siempre espectador de otros. Y, hablando de comunicación y de conocimiento, aboga por la ruptura de límites entre provincias, por una visión más amplia de quienes crean y de quienes miran que permita dotar al arte de una verdadera amplitud de miras. Y no habla solo de las fronteras geográficas, también de las de género e incluso de las intergeneracionales. Para esta creadora maragata, el arte no tiene límites ni fronteras -tampoco por edad ni por género- porque tampoco los tiene el talento, y por eso no termina de aceptar que también en el mundo artístico (a pesar de su cada vez mayor presencia en todos los campos) las mujeres sigan teniendo más dificultades de visibilidad, una deuda histórica enorme que podría comenzar a subsanarse tanto desde el mundo de la enseñanza, donde la presencia de profesionales femeninas es mayoritaria, como desde la cultura en general, pues también la mujer es importante transmisora de la misma.

Nuria Cadierno se reconoce abierta a todo tipo de influencias a través del conocimiento de diferentes artistas, personas, lugares, libros que se han ido sucediendo a lo largo de su trayectoria vital, hasta la influencia actual que la naturaleza le supone, y a la que ha llegado a través de la observación y la reflexión de la misma, para construir una obra estética muy particular en continua evolución y cambio.

Como reflexión final decir que nuestra artista de hoy considera que en el arte, al igual que en la vida, no se tiene un solo maestro sino muchos, y reconoce como lo más difícil en este camino ser capaz de mantener la concentración y el aislamiento necesarios para crear, sin perder el equilibrio con la relación con otras personas, aspecto también es necesario en su proceso artístico personal.
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