La pesca de la trucha en los ríos regulados

Para hacer una pesca en estas situaciones hay que buscar las zonas de más corriente, las salidas de las pozas y las raseras

Rodrigo Prado Núñez
20/09/2019
 Actualizado a 20/09/2019
Imagen de un pescador en uno de los ríos leoneses. | R.P.N.
Imagen de un pescador en uno de los ríos leoneses. | R.P.N.
El próximo día 23 de septiembre, con el equinoccio de otoño, cambiamos de estación, y es cuando, coincidiendo la duración del día y la noche, dejaremos atrás un verano sin apenas precipitaciones y nos instalaremos en un otoño que nos ofrecerá buenas jornadas de pesca, pero marcadas por caudales bajos y embalses en mínimos. Embalses que en verano convierten muchos tramos de nuestros ríos en canales de riego, bajando muy altos y con las aguas heladoras, a causa de los desembalses de las compuertas de base, y que dificultan muchísimo la pesca.

Para hacer una pesca con garantías, en estos ríos con caudales regulados a la baja, no nos queda otra que buscar esas zonas de más corriente, las salidas de las pozas y las raseras. Elegir el señuelo a emplear y la hora adecuada nos acercará más al éxito de las capturas. En estos días y de mañana se está pescando bien a cucharilla y con ninfas por el fondo, y en las horas de mediodía y al atardecer a moscas secas o a la leonesa.

El río Órbigo, tras una generosa temporada, cede el protagonismo a los ríos Esla, Porma, Cea y Sil Las presas, de los principales embalses de León, regulan a la baja nuestros ríos ante la alarmante disminución del agua embalsada. Esla, Órbigo, Porma, Cea y Sil son los ríos que, en estos momentos y agracias al descenso de sus caudales, ofrecen muy buenas prestaciones para la pesca de la trucha en nuestra provincia. En León, por suerte para todos los aficionados, aún nos quedan muchas aguas trucheras para poder seguir pescando hasta el 15 de octubre, pero sin muerte en todas ellas y con sus límites correspondientes: Río Cea; desde el puente de Villamartín de Don Sancho hasta el límite con la provincia de Valladolid. Río Esla; aguas abajo del embalse de Riaño y sus aguas embalsadas. Río Luna; aguas abajo de la central de Mora y las aguas del embalse de Barrios de Luna. Río Órbigo; en todo su curso hasta el límite de las aguas trucheras en su confluencia con el río Jamuz. Río Sil; aguas abajo del embalse de Bárcena y sus aguas embalsadas. Río Porma; aguas abajo del embalse del Porma y en las aguas embalsadas. En todos los AREC comprendidos es estas masas de aguas reguladas también se podrá pescar en esta época sin necesidad de permiso.

El río Órbigo, tras una generosa temporada, cede el protagonismo a los ríos Esla, Porma, Cea y Sil. El Esla, que recobra su caudal normal, ofrece a los pescadores su mejor versión a mediados de septiembre y octubre. Río de grandes truchas que con los cotos Acebedo, Pesquera, Gradefes y Quintana de Rueda, y las grandes tablas de Cistierna, Villomar y Mansilla de las Mulas, proporciona a los pescadores unas zonas ideales para el disfrute de la pesca. El Porma es también de esos ríos que da lo mejor de sí a finales de temporada, cuando las aguas regresan a su caudal natural. Con los cotos de Cerezales, Vegaquemada y los Condados I y II, y sus famosas tablas de Boñar brinda muchas y buenas alternativas para los pescadores de todas las modalidades, cucharilla, ninfa, mosca seca y a la leonesa.
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