La pesadilla del desahucio

Los lanzamientos por no poder hacer frente a hipotecas que, en algunos casos no estaban tan inmaculadas como se vestían, han robado el sueño de decenas de familias bercianas, aunque ninguno ha llegado a ejecutarse en el último lustro

In extremis, la PAH consiguió que el juzgado, mediante una providencia, paralizara cautelarmente el lanzamiento
16/03/2019
 Actualizado a 12/09/2019
Lourdes y Serafín recuerdan ahora tiempos mejores mientras rastrillan el huerto que sustenta su despensa. Aledaño a su casa con piscina en Dehesas, Ponferrada, el sueño que pudieron conseguir con los ahorros que les dejaban las dos empresas que llevaban su nombre, contiene ese pequeño rincón del que viven. No hay nada más que llene ni su barriga ni sus bolsillos y solo la ayuda solidaria les permite seguir viviendo. Lo único que poseen es esa casa-sueño, por la que, paradojas de la vida, ahora no pueden dormir. El desahucio por el impago de la hipoteca que ya en 2012 se dejó ver por la mirilla cobraba forma, fecha y hora. El lunes a las 10. Calendarios, números y un matrimonio que se preguntaba qué haría el martes. Pese a que los recursos frente a los tribunales se habían presentado en tiempo y forma, pese a un caso como el suyo que había conseguido paralizar el lanzamiento en Cantabria, pese a la normativa europea y constitucional, el banco seguía «con su especulación pura y dura» denuncian desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Finalmente, su último cartucho tocó diana y el tercer lanzamiento, ese que les dejaba en la calle en un estado de extrema vulnerabilidad, les absuelve cautelarmente de dar un paso más hacia el pozo. Pero como ellos, otros y, aunque la PAH Bierzo haya conseguido paralizar todos los desahucios con los que se ha enfrentado en los últimos cinco años, hay almohadas que tienen miles de noches de lágrimas que guardar.
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