La perfecta desconocida

Suele ocurrir, especialmente entre los leoneses, el que valoremos mucho más lo que hay a un vuelo de 14 horas de distancia que lo que tenemos a media hora de coche. Más allá de que la mayoría aún tenemos mil y un rincones de nuestra propia provincia por explorar que a buen seguro haríamos un esfuerzo por visitar si estuvieran en cualquier otro país del mundo, hay un caso especial a tiro de piedra que me genera un especial interés.

¿Se imaginan tener a poco más de un par de horas en coche del centro de León un país europeo con grandes y cosmopolitas ciudades, espectaculares pueblos costeros, infinitos paisajes que conocer y una gastronomía sensacional a precios más que ajustados? Creánselo, existe, se llama Portugal.

Parece mentira lo cerca y a a la vez lo lejos que estamos de un país con muchas similitudes al nuestro, pero también tremendamente diferente. Les gusta la calle como a nosotros, pero habrá cosas que algún español no podrá soportar. ¿Hablar bajo en un bar? Habráse visto. Cruzar la frontera es para muchos hacerlo hacia una perfecta desconocida. Capaces de conocer al alcaldede Altea, pero sin saber ni siquiera qué ciudades hay en el norte de Portugal, siempre es motivo de alegría acercarse unos días a ver a nuestros vecinos.

Gente tremendamente amable, bilingüe y hasta trilingüe en muchos casos, que hacen que uno se siente inevitablemente como en casa. Comunicarse no será un problema, ya que en algún momento portugueses y españoles dimos por hecho que ambos hablábamos los dos idiomas a la perfección.

Muchos leoneses son los que desde su época universitaria decidieron pasar su Erasmus en Coimbra, en Braga, en Oporto... ellos son algunos de los mejores embajadores de esa tierra en la tierrina y es que quien prueba, seguramente vaya a repetir.