La tarabilla común es un ave pequeña del tamaño de un gorrión, con un plumaje muy llamativo, sobre todo y como suele ser común, en el caso de los machos. Su hábitat preferido son las zonas de matorral, campos baldíos, cultivos y pastizales con presencia de matorrales y arbustos dispersos.
Es un ave bastante curiosa, que le gusta otear sus dominios desde lo alto de pequeños promontorios o matorrales. Esa curiosidad le hace ser más confiada que otras especies, y a veces logramos acercarnos a distancias relativamente cortas para otro tipo de aves de su mismo tamaño. Sin embargo cuando nos aproximamos en exceso lanza un agudo y repetitivo 'Chac-Chac' y vuela hacia otro posadero más alejado.
Los machos lucen un llamativo pecho anaranjado, que contrasta con la cara negra y el característico obispillo blanco. Las hembras por su parte, más discretas, lucen un plumaje más pardo, bastante similar a los ejemplares juveniles, con los que a vecesno es fácil diferenciarlas.

Pero la característica más peculiar de estas pequeñas aves es su carácter nervioso, moviéndose sin parar, desplazándose sin descanso de posadero en posadero con vuelos rápidos y cortos, y lanzando su llamativo canto. Cuando están posadas tampoco se están quietas, moviéndose sin cesar de arriba abajo en una continua y peculiar danza.
En nuestra provincia podemos observar también la Tarabilla Norteña. De un área de distribución mucho más limitada, y una coloración más discreta que su pariente la Tarabilla Común, tiene unos hábitos y comportamientos bastante similares a esta con la que comparte incluso las mismas zonas.