La patafísica nos salvará

Una vez que ha quedado claro que la llamada Mesa por el Futuro de León era una forma de animar a salir a la calle para la manifestación del Día de la Mujer, ya que la presencia de sólo cuatro mujeres y veintiún hombres servía para recordar cómo están las cosas y quiénes son los que mandan, yo os digo: hermanas, hermanos, sólo nos salvará la patafísica, la ciencia de las soluciones imaginarias.

Siguiendo a los patafísicos, nos salvará la unidad de los opuestos, los trajes de chaqueta de esta temporada, siempre que el corte sea bueno, la floración de los cerezos y el chocolate con chorizo de la maragata Chocolates Milagritos. ¡Viva la patafísica!

A partir de ahora sólo convencerá aquel que hable en patáforas y afirme que el progreso es progresivo o todo lo contrario, o que lo contrario al progreso progresivo es un regreso regresivo o al revés. El lenguaje será una flecha disparada hacia el horizonte de sucesos de un agujero negro en Laciana. ¡Vivan las patáforas!

Sea como sea, la persona a la que se le encargue la agencia de coordinación de proyectos patafísicos deberá dominar el uso de patáforas. Eso y ejecutar un ‘fouetté’ perfecto. Si lo del ballet no lo domina, al menos se le prohibirá saltar en todos los charcos y reírse demasiado en las fotografías. Le deseo toda la suerte del mundo, y en esto no hay ninguna ironía patafísica.

Si se hace bien, una de las propuestas más interesantes de la Mesa por el Futuro de León es la de los foros de debate abiertos a la sociedad. Si no se oxigena la foto de la mesa del otro día, lo patafísico se volverá metafísico y ontológico y podría dejar de existir: sólo quedarán las preguntas. Si en los foros se escuchan las mismas voces de siempre y no hay expertos que vengan a hablarnos de otros mundos, estaremos patafísicamente perdidos.

Que sí, dirá alguien, es lo de siempre: si se hace algo, porque se hace; si no se hace, porque no se hace. Es que las patafísicas nunca estamos contentas. ¿Pero saben qué pasa? Que el Obispado ha recomendado no hacer besapiés y yo lo tomo al pie de la letra.