La papeleta, oportunidad

Aunque ayer estuviéramos enfrente de las urnas, en menos de un mes volveremos a ser llamados para elegir representantes municipales, autonómicos y europeos. Le pedirán tres papeletas, cuatro si vive en un pueblo y tiene que elegir a su administrador público más próximo… Ya sabe qué es lo que tiene esto de la democracia, que cuando toca se le invita a elegir continuidad o cambio pero si no quiere ninguna de las dos opciones le va a dar lo mismo porque no se van a dejar sillas vacías para hacer figurar la abstención ni el voto en blanco.

Al margen del sistema de elección que tenemos, y aunque muchos nombres ya habían trascendido a través de los medios, haciendo un repaso a las más de trescientas sesenta páginas del Boletín Oficial de la Provincia del miércoles es posible sacar varias conclusiones. La primera de ellas es la cantidad de gente que hay que o no sabe o no quiere hacer otra cosa que vivir de la política. Y me refiero a los que son cuestionados por su partido, incluso expulsados con lío judicial de por medio, pero se inventan unas siglas, montan una candidatura y se presentan a las elecciones.

O los que se ofrecieron hace ocho años a unos y hace cuatro a los otros para ir en sus listas y como la respuesta fue negativa llegan ahora para entrar de lleno en una candidatura nueva donde va lo mejor de cada casa. Eso sí, lo hacen por amor a su pueblo. Y qué decir de aquellos que tienen alrededor de ochenta años, cuarenta en política, y todavía siguen inscribiendo su nombre en las papeletas blancas.

Luego están los partidos, sobre todo los dos grandes, que con tal de presentar candidaturas en todos los pueblos de la provincia para intentar cuadrar luego la aritmética del reparto de escaños en la Diputación cuelan a todo tipo de paracaidistas por los pueblos que, en el mejor de los casos, saben situar en el mapa de León pero no han pisado jamás. Y finalmente están las pedanías que con sesenta habitantes tienen tres candidaturas (seis personas) que aspiran a hacerse con el control de la Junta Vecinal. En fin, que las papeletas son una oportunidad para mucha gente y a lo mejor usted no se había dado cuenta.