La pandemia no frena la reivindicación

No es un primero de mayo cualquiera. La crisis provocada por el coronavirus impide que el Día Internacional del Trabajo se celebre en la calle, aunque esta circunstancia no resta a la jornada ni un ápice de su carácter festivo y reivindicativo.

El secretario provincial de CCOO, Xosepe Vega, considera que este primero de mayo es «excepcional», ya que el confinamiento social derivado de la pandemia de coronavirus evita que se lleven a cabo actos como las tradicionales manifestaciones. Sin embargo, considera que no por ello la jornada de este viernes pierde su esencia. «Los actos se van a trasladar a las redes sociales, que es donde se está reforzando la conexión entre personas durante este confinamiento», señala Vega antes de concretar que está prevista la celebración de una rueda de prensa telemática, intervenciones de los líderes nacionales de CCOO y UGT, una manifestación virtual y dos conciertos en horario de tarde –a las 17:00 y a las 20:05 horas, tras los aplausos– en homenaje a los trabajadores de los servicios esenciales durante la pandemia.

El secretario provincial de CCOO considera que la principal reivindicación es la de un «nuevo e imprescindible» modelo económico y social, además de un «fortalecimiento» de los servicios públicos. En este sentido, destaca la necesidad de alcanzar pactos a nivel nacional, autonómico y provincial para «reconstruir la estructura económica y productiva después de esta catástrofe».

En el caso de la provincia de León, Vega recuerda que ya venía de una situación «difícil» antes de la pandemia. «Ya advertimos tiempo atrás de que León era un enfermo que con un mero soplo de viendo podía coger una pulmonía. Y eso se ha demostrado con los datos de la Encuesta de Población Activa, que no contempla todos los efectos de la crisis pero sí deja claro que no todas las provincias están igual. Hay una brecha entre unas y otras por su deficiente estructura económica», asevera el secretario provincial de CCOO antes de apelar a la necesidad de resolver este problema en el marco de la reconstrucción. «No eran quejas lastimeras, sino el reflejo de una situación y de un problema en la estructura del país. Hemos visto que no podemos depender tanto de las importaciones y eso nos lleva a tener que reforzar nuestro tejido industrial en un proceso que debería empezar por las provincias que lo tenían menos desarrollado», defiende antes de recordar que la crisis de oferta ha afectado a materiales sanitarios, pero también a productos básicos, por lo que considera prioritaria la apuesta por el sector agroalimentario de la provincia.

Similares postulados defiende el secretario provincial de UGT, Enrique Reguero, quien destaca la a primera preocupación en este primero de mayo es la situación y el reconocimiento a todos los trabajadores esenciales que desarrollan su labor en el marco de la pandemia. Además, trasladó su apoyo a todas las personas enfermas y su pésame a las familias de los fallecidos, que ni siquiera han podido despedirse de ellos.

En todo caso, defiende que estamos en un «momento histórico» para cambiar el modelo económico y social que hemos tenido hasta ahora. «No podemos volver al capitalismo y la globalización, necesitamos un modelo que no nos engañe, que proteja a las personas y otorgue más peso a los servicios y las instituciones públicas, especialmente a las locales, que son más cercanas al ciudadano. No podemos volver a caer en la trampa», asevera.

Reguero recuerda que León es la tercera provincia de España con menor tasa de actividad y la primera con mayor tasa de paro, según los últimos datos de la EPA. «Nuestra provincia ya vivía una situación dramática y por eso teníamos una mesa de trabajo con las instituciones, los empresarios y los sindicatos para reactivar la economía de la provincia. Tenemos que retomar ese diálogo en la fase de desescalada para paliar la falta de empleo y la despoblación, que son los dos grandes problemas a los que nos enfrentamos y que se pueden acentuar tras la pandemia», asegura el secretario provincial de UGT.

Para evitarlo, apuesta por un pacto con los empresarios para que la provincia no pierda ni tejido productivo ni puestos de trabajo y exige al Gobierno la prórroga de los Erte. «Queremos que los empresarios puedan ir sacando a los trabajadores de la regulación temporal en función de cómo se vaya recuperando la actividad durante la desescalada, porque el gasto en prorrogar los Erte va a ser ahorro para no pagar tanto desempleo en el futuro si las empresas rescatan a toda su plantilla de un golpe y acaban cerrando», concluye Reguero.