La ‘okupación’ al poder

La deriva que está tomando la situación social se deteriora y la prudencia de las personas tiene un límite que se está sobrepasando con creces.

Vivimos momentos de incertidumbre y asistimos a sucesos que no esperábamos que se produjeran en un estado de derecho como tanto les gusta decir a nuestros padres de la Patria.

Son varias las noticias que reflejan situaciones escandalosas de ciudadanos que tienen sus derechos, que contribuyen a los gastos de este estado derrochador, votantes decepcionados en suma, que llegan a presenciar cómo esos derechos son pisoteados una y otra vez y además tienen que acudir a los tribunales de justicia, sufriendo la lentitud de la resolución, el deterioro de su patrimonio ante la actitud pasiva de casi todos.

Hace unos días volvimos a leer cómo un grupo de ‘okupas’ allanaron una vivienda con dueños acreditados, éstos los desalojaron, y asombro total de la población que no se lo cree, la justicia decretó que los propietarios habían incurrido en falta y debían seguir los ‘okupas’ hasta que se decretara su desalojo.

En España la propiedad corre un grave peligro de incautación por una nueva forma requisitoria violenta como es la ocupación y el proceso de restitución tarda en solventarse como mínimo un año cuando eso debería ser inmediato.

Algunos casos son dolorosos y sangrantes ya que afectan a personas mayores que han quedado en la calle y sin embargo los grupos ocupas disfrutan de amplia protección con esta actuación lenta y desconsiderada de los medios legales que se autotitulan garantistas.¿ Para quién?

Para que nos entendamos, si tú eres un ciudadano legal, reconocido, identificado, que paga los impuestos y las tasas, que se encuentra al día de todas sus obligaciones con el ayuntamiento, autonomía, hacienda y estado en general, puedes ser despojado de tus propiedades por una banda de elementos que , debidamente asesorados por antisistemas, y ,aprovechándose de un código de leyes laxo, protector, garantista y en nuestra opinión obsoleto.

Preguntamos:¿ Para que existen el Registro de la Propiedad, las Notarías , la Hacienda, además de los Ayuntamientos?

¿Qué opciones le quedan al ciudadano actual inerme ante tanta fechoría y desatino?

¿Qué hacen los señores del escaño cuando se producen estos hechos?

Pues esto es lo que hay de momento. Una aberración que amenaza con terminar con el estado de derecho. Desde luego que hay que poner remedio urgente a este situación y que asegure a las personas que su propiedad es inviolable.

La demagogia se ha enseñoreado de todos los estamentos, mirar para otro lado también y ser indolentes para resolver los problemas de la gente que trabaja a diario, se levanta temprano y cumple con sus obligaciones.

La ocupación se produce en determinados momentos y reviste cierta connotación de vendetta teledirigida por los agitadores de la calle según el momento propicio para sus intereses.

Las personas que aspiran a tener un lugar donde vivir no acuden a esos métodos de incautación que definen más bien las formas de acuación de los regímenes totalitarios.

Nos sorprende además que los grupos populistas de reciente cuño no hagan nada por satisfacer las necesidades de mucha gente que aspira a tener un cobijo y eso que algunos ya gobiernan en los ayuntamientos y cuando estaban protestando y criticaban al Poder prometían lo que ahora no cumplen.

Lamentable es la actitud de los políticos que ocupan los sillones del Gobierno que no resuelven de manera rápida estas actitudes que van contra el derecho ciudadano y que trasladan una inseguridad a la sociedad y atentan contra el derecho de propiedad.

Los políticos se llenan la boca de verborrea sobre el trabajo, el derecho a la libertad y a la propiedad, la convivencia, el logro de objetivos de bienestar y luego al ciudadano que le ha costado media vida la adquisición de su vivienda y bienes, llega un grupo de atrabiliarios y le despoja, delante incluso de la policía ,de sus bienes y prácticamente se les dice que no tienen derecho a ellos y como la justicia es lenta cuando le devuelven su bien preciado lo encuentran hecho escombros porque le han deteriorado el piso y además no se definen las responsabilidades de los desalmados que lo han hecho.

¿Hasta cuándo seguirán sucediendo estos hechos?

¿Para cuándo llegará el endurecimientos de las penas para semejantes sujetos?

¿Qué es necesario que ocurra para que el desalojo de los ocupas sea inmediato?

¿Por qué la justicia ampara a los que asaltan las propiedades por lo menos durante un tiempo y el que cumple la Ley es maltratado?

Urge arreglar este asunto así como otros muy sangrantes y que están envileciendo la convivencia social y la vida ciudadana en los últimos años.

España no puedo permitirse el lujo de presumir de cifras económicas y luego oprimir a las gentes con un sistema impositivo injusto, unos estamentos que se inmiscuyen en las tareas de cada uno, una invasión de los derechos ciudadanos por el propio Estado y unas Leyes que no se cumplen . El Gobierno siempre sale de la voluntad de los votantes y tiene la obligación de poner orden en la vida nacional, coordinar los territorios y salvaguardar las propiedades.

No se trata de que los políticos nos den lecciones de impunidad, corrupción, dejación de funciones, incumpliento de leyes y confiscación de bienes porque para eso no necesitamos ni gobiernos, ni partidos políticos y sí un buen sistema anárquico como parece ser que desean algunos pescadores en ríos revueltos y aguas cenagosas.

No se trata de gobernar en minoría, se trata de aparcar las ambiciones partidistas y resolver los problemas vitales de los ciudadanos para que las familias disfruten de su trabajo, de su ocio y de la familia.

En definitiva es votar por la armonía, el diálogo el entendimiento , la razón y… la eficacia.