La obra de una casa ‘profana’ el paisaje urbano de Villasabariego

La construcción de una vivienda en un solar que no se reguló en las normas urbanísticas altera de forma sustancial el entorno de este templo del Siglo XVII

D.L. Mirantes
08/01/2018
 Actualizado a 16/09/2019
La estructura y la cubierta de la vivienda ya están concluidas como se aprecia en la imagen superior, tomada recientemente. :: L.N.C.
La estructura y la cubierta de la vivienda ya están concluidas como se aprecia en la imagen superior, tomada recientemente. :: L.N.C.
La iglesia de San Juan Degollado de Villasabariego data del Siglo XVII, época barroca, y, además de la relevancia y la impronta común de este tipo de construcciones en la vida de los pueblos, tiene como elementos singulares la espadaña y el pórtico sur. Así figura en la ficha del catálogo de protección referida al templo dentro de las normas urbanísticas municipales. Unas normas cuya aprobación ha requerido más de doce años de trámites, como señalan desde el propio Ayuntamiento. La tramitación comenzó en el 2004 y la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León habilitando el documento no llegó hasta el 2016. Entre medias, varias revisiones y modificaciones de la Junta de Castilla y León y en el caso de la pedanía de Villasabariego hasta 19 alegaciones a las normas. Pese a ello, nadie se percató de que lindando con la fachada de la sacristía existe un pequeño solar urbano. El espacio estuvo ocupado hasta los años 90 por una casa que se derrumbó. El solar fue desescombrado dejando a la vista la sacristía, que hoy vuelve a estar cegada.

Soluciones imposibles

A principios del pasado año la propiedad del solar solicitaba licencia para edificar. El Ayuntamiento, consciente de que la obra podría alterar el paisaje, trató de buscar una solución conveniente para las partes, pero la permuta de fincas no fue posible porque el Ayuntamiento no dispone de fincas propias en terrenos de Villasabariego. La licencia fue concedida con el compromiso de los arquitectos de adecuar el proyecto al entorno para minimizar el impacto visual, a pesar de que en las normas urbanísticas, según matizan desde el Ayuntamiento, tampoco están suficientemente desarrolladas las condiciones estéticas generales.

La legislación recoge que "el Ayuntamiento podrá denegar las licencias de obra de nueva planta y actividades que resulten antiestéticas pudiendo referir las condiciones que se impongan tanto al uso y dimensión del edificio y sistema de conjunto, como a la composición y materiales a emplear así como a los detalles de todos los elementos en forma, calidad y color". El texto legal, dada la concesión de la licencia, no es obstáculo para la expedición del permiso. Tampoco lo han sido las "actuaciones encaminadas a la protección y conservación del elemento y su entorno" que figuran como propuesta de intervención en la mencionada ficha del catálogo. Ni tampoco desde el Obispado, propietario del templo, se ha realizado acción ninguna más allá del requerimiento de la información relativa al proyecto.

En la era de las redes sociales la obra no ha pasado desapercibida y ha generado algunas críticas referidas a cuestiones estéticas y al temor a que pueda afectar a la conservación de la iglesia. Sin embargo, como recuerdan el Ayuntamiento y los arquitectos, al margen de cualquier valoración, la propiedad cuenta con la licencia de obra y está en su derecho.

El asunto ha servido para llamar la atención sobre otro solar de características similares colindante con el templo y con la vivienda en construcción, también de naturaleza urbana. El Ayuntamiento ya está manos a la obra para localizar al propietario y tratar de adquirir la finca.

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