La nueva escolaridad

Como ya ocurriera cuando estalló la pandemia, y como ya ocurriera durante el confinamiento, parece que en el regreso a las aulas en el mes de septiembre van a tener que ser los propios centros los que definan las medidas de prevención a tomar

Se pide comprensión ante una situación extraordinaria pero lo de la Consejería es la más absoluta indefinición
07/07/2020
 Actualizado a 07/07/2020
Que ningún alumno se quede atrás por culpa de la pandemia y que los centros docentes sean espacios seguros. Esos son los objetivos con los que la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León presentó ayer la que ha venido a denominarse ‘nueva escolaridad’, la vuelta al cole de este año que, como todo en este 2020, va a resultar completamente atípica. El virus lo condiciona todo y su gestión, a nivel nacional autonómico o provincial, resulta especialmente compleja, por eso hay que mostrar una especial compresión con los errores cometidos con los dirigentes, a todos los niveles. Sin embargo, poca comprensión cabe cuando ese dirigente no asume su responsabilidad y deja en manos de los demás la responsabilidad de cómo salir de una circunstancia de estas características. Pasó durante el curso, al llegar el confinamiento, cuando los profesores se quejaban de la absoluta indefinición por parte de la consejería, de que les dejaban las cosas poco claras y que al final era la iniciativa de cada uno la que debía resolver el entuerto y, pese a que hay más tiempo para prepararlo, parece que va a ocurrir lo mismo con la vuelta a la actividad de los colegios en el mes de septiembre, pues no se contempla aumentar el número de profesores y será cada centro el que especifique las medidas de prevención para evitar rebrotes.
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