La novia que todos querían

Eran tiempos de miseria y hambre, a veces aminorada por la buena suerte del hueco en el tajo de las minas de wolfram. La Peña del Seo fue escenario de muerte pero también de supervivientes que encontraban una salida en el pesado mineral

Ramón Cela
08/03/2020
 Actualizado a 08/03/2020
Entre la niebla y el monte estaba el wolframio que en el Bierzo dejó una historia que contar. (fotos realizadas por Cela).
Entre la niebla y el monte estaba el wolframio que en el Bierzo dejó una historia que contar. (fotos realizadas por Cela).
Mucho antes de los años cuarenta delsiglo pasado, Adolf Hitler pensaba tanto en alcanzar el poder, como en la forma en que podría llevar a cabo estefin que el Pueblo Alemánse diera cuenta de la sed de venganza que anidaba en su corazón, que como en el de otros muchoscompatriotas más, jamás podrían erradicar de sus mentes ante la derrota sufrida a manos de unos pueblos que distaban mucho de las virtudes con las que el creador había regado a los pueblos bávaros , algo que nunca supo admitir.

Por lo menos, se dice quienes intentan hacer una biografía de tal personaje , que quedará grabado en la historia de la humanidad como otros muchos genocidas que en escasas ocasiones, es recordado tanto por su personalidad como por su doctrina Nacionalsocialista, que fue el fermento de una locura que causó millones de víctimas, todavía hoy difíciles de olvidar.

De lo que no cabe la menor duda, es de que Hitler, no era precisamente en un principio un personaje vulgar y mucho menos mediocre, por que difícilmente se puede arrastrar a un pueblo hasta llegar al paroxismo y doblegar mentes y voluntades de tal manera, que terminaron haciendo su fatal voluntad, que tanto daño causó a la humanidad en general.

Todo esto nos lleva a pensar que para conseguir llevar a cabo sus tremendas maquinaciones de venganza, tenía que buscar un culpable ypensó que nadie mejor que el Pueblo Judío, de tal manera que logró en un corto espacio de tiempo la animadversión de la mayoría de los alemanes, mientras preparaba sus planes de revancha, para que el mundo supiera a dónde podía llegar una raza privilegiada como la que él decía poseer.

Para ello contó con algo muy importante que en cierto modo se les olvidó a los Aliados, en el tratado de Versalles, ya que la maquinaria humana de inteligencia armamentística había quedado intacta y en manos de alguien con enorme sed de venganza y notoriedad que con el paso de tiempo daría al mundo enormes quebraderos de cabeza. De esta manera, y en connivencia con los numerosos científicos que poseía el Estado Alemán, comenzó su carrera armamentísticaen la que prevalecía la innovación y sigilo quellevaría a Alemania a poseer un ejército capaz de enfrentarse a otros países con un número muy superior en efectivos humanos pero menos tecnificado.

Ya poco después de los años 30, los alemanes, de forma solapada, compraron a los belgas, las minas de wolframio que estos poseían en Casaio ( Ourense) y, seguidamente, adquirieron grandes cantidades de este material a la Rusia de Stalim, con la excusa de que siempre era para conseguir mayor dureza en la fabricación de raíles de ferrocarril, algo que estaba muy en boga desde principios del siglo pasado. El wolframio era de vital importancia y así se hicieron ensayos armamentísticos secretos, que demostraron que era preciso conseguirlo al precio que fuera.

La mina de Valborraz en Casaio, funcionaba magníficamente y no levantaba la más mínima sospecha, como tampoco sucedía con Rusia, donde la camaradería era tan grande que militares alemanes, asistían a los desfiles y fiestas rusas, mientras que estos, lo hacían de forma recíproca, en Alemania.

En un corto espacio de tiempo, pasaron muchas cosas de forma vertiginosa y ya en los años 40, se descubre la mina de La Peña del Seo en el municipio de Corullón de la provincia de León, lo que provoca una gran similitud a la denominada «La Fiebre del Oro» en el Oeste Americano.

Pronto, más de mil personas atracan sin piedad la montaña de1.512 metros de altitud, sin tener en cuenta el frío o el calor, porque lo importante era matar los gusanos que bullían en los estómagos vacíos de toda la comarca berciana, que sin importar la vida o la muerte por los desprendimientos de rocas, se afanaban buscando un mineral que afloraba entre la escasa maleza.

Ya no importaban los modos ni las formas, porque en un solo día con un poco de suerte, pasabas de ser pobre a tener los bolsillos llenos de andrajosos billetes, que en ocasiones tenían los sobrantes de las hojas delos sellos de correostaponando las heridas que aquellos billetestodavía portaban de la guerra civil.

Eran tiempos de hambre y miseria, donde la vida en multitud de ocasiones, no era otra cosa que un estado de supervivencia acompañada de mucha suerte y rodeada todavía de piojos que hacían insoportable el merecido descanso, que bien podía ser entre matorrales o sobre piedras planas, con frío que helaba las venas hasta casi la hipotermia, o con el recuerdo del calor de tantas horas trabajadas bajo la lluvia, o la nieve, pero pocas veces bajo el sol.

El wolfram, la necesidad y el hambre fueron losculpables de la muerte de algunos sin suerte, y estos fueron más de diez, pero también fue la salvación de otros muchos que llegaban en busca del pesado mineral. La anarquía reinaba por todas partes y nadie podía dejar su tajo, porque de inmediato se ocupaba por otros y lo perdía. Cuando los picos o cualquier útil eran diezmados por el trabajo, se recurría a la compra de otros, bien con billetes andrajosos, nuevos o con mineral.

Así proliferaban los menos aguerridos o desesperados, quienes con mulas cambiaban tocinos, pan o vino, por piedras negruzcas, que bajaban y obtenían pingües ganancias. Otros, vendían armas con que intimidar a quienes por las buenas o las malas, no cedían un palmo de terreno, para comenzar a trabajar.

La Peña del Seo dio poco que hablar a nivel nacional, porque lo que de allí se extrajo, se vendió al mejor postor y ese siempre era el contrabandista, quien a su vez, lo revendía a los alemanes o a los aliados.
De todas maneras…¡Que película se podríahacer!
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