jose-luis-gavilanes-web.jpg

La noche de la tarántula

16/01/2022
 Actualizado a 16/01/2022
Guardar
Desde muy joven, como a la mayoría de los mortales, he sido muy tocado por la música. Y desdeniño pronto me atrajo en especial la música clásica, convirtiéndome en un melómano empedernido, mientras mi pobre madre aborrecía esta última por ‘música ratonera’. Mozart, Beethoven, Shubert, Bach, Brahms, Rimsky Korsakov, Vivaldi... tantos y tantos otros despertaban en mí grandes emociones y ratos de felicidad inolvidables. Todo lo cual no lo he vuelto sentir con la misma fuerza hasta que, gracias a Dino, mi yerno italiano, impacté en estas navidades por internet con un conjunto musical de Italia denominado La Notte della Taranta, en su actuación el pasado mes de agosto en el minúsculo pueblo de Melpigsano, en Salento (Apulia), tacón de la bota italiana. Este grupo musical, de más de cuarenta instrumentistas, actuó volcado específicamente a la música folclórica salentina fusionada con otros lenguajes musicales, desde el word music hasta el rock, desde el jazz a la música sinfónica. Todo ello siguiendo un ritmo peculiar llamado ‘pizzica’.

La Notte della Taranta esta considerado mundialmente como uno de los tres festivales internacionales folclóricos europeos más importantes, junto al Festival Intercéltico de Lombart, en Bretaña (Francia), y el húngaro Sziget Festival.

Respecto al nombre concreto de ‘taranta’, como también ‘tarantela’, provienen del insecto llamado tarántula. Por su parte, ‘pizzica’ corresponde a ‘pizzicato’ (pellizco). ‘Pizzica taranta’, variante local de la ‘tarantela’, es un baile rítmico musical de seis octavas típico del sur de Italia, cuya denominación se refiere a la picadura de la tarántula, un arácnido que suele morder a los campesinos durante la recogida de la cosecha, causando especialmente convulsión con su veneno. Para curar los efectos que provoca la picadura la gente se mueve de un modo peculiar, dando lugar así a la danza típica llamada ‘pizzica’. Según algunos criterios, el movimiento del cuerpo por la picadura provoca el sudor que favorece la expulsión del veneno. Otra interpretación del movimiento podía ser una excusa para alejar las frustraciones sexuales de las mujeres en una sociedad arcaica.

El conjunto musical está formado por la combinación de instrumentos tradicionales con otros clásicos y electrónicos que producen un efecto muy singular. Destacan la percusión de panderos y panderetas como los más sobresaliente para marcar el ritmo. Todo ello da como resultado algo excepcional, impresionante. La música va acompañada por siete voces, tres masculinas y cuatro femeninas, muy bien armonizadas que actúan en conjunto y también como solistas. Para dar más realce al festival, a la música la acompaña un numero de danzantes femeninos y masculinos que se mueven al ritmo de la pizzica. Las composiciones comienzan a veces con la voz quejumbrosa de un solista que da entrada a la orquesta a través de una música alegre y trepidante.

La audición de La Notte della Taranta me recuerda la Sinfonía número 4 ‘Italiana’ de Mendelssohn. pero, sobre todo, la célebre composición de Tchaikovsky, el Capricho Italiano. El compositor ruso quedó impresionado en su visita a Italia, por la música, bailes y fiestas callejeros todo rodeado de un hermoso paisaje iluminado por el sol. Esta deliciosa página orquestal describe en su partitura a la vez el dolor y la alegría de impregnación folclórica italiana.

Aquellos que se sientan atraídos por lo que acabo de describir, no tienen más que entrar en el google y escribir: La Notte della Taranta, pizzica, 2021. Seguro que no quedarán defraudados.
Lo más leído