La niña enferma que viajó a Disneyland en el roscón de Conrado

Se repiten estos días todo tipo de reportajes sobre los 10.000 euros que se va a llevar un comprador de los populares roncones de Reyes de la Confitería Conrado de La Bañeza. Su dueño ‘alucina’ con los pedidos que le llegan de todas partes del mundo, incluido Japón, o los que vende, por ejemplo, en el corazón de Berlín, donde muchos españoles acuden a celebrar esta fiesta con su dulce.

El año pasado ocurrió igual pero uno de esos pedidos por Internet llegó desde mucho más cerca, de la vecina provincia de Zamora. Desde Corrales del Vino pidió el suyo la familia Gato Corrales —uno de nata y otro de crema— y ellos tuvieron la suerte de encontrar la bolsita con ‘el cheque’ de 10.000 euros.

Nada nuevo. Otra de las noticias de la Navidad. Un año había ido a la Cabrera, otro para un marinero asturiano... y este a Zamora. Pero el premio que ahora cumple un año tenía un destinatario muy especial y un nombre propio, Aroa, hija de los ganadores, una niña que prácticamente había vivido en hospitales pues de sus siete años se había pasado cuatro años luchando con enorme valentía contra la leucemia. Sus padres le habían prometido un viaje a Dismeyland París como reconocimiento a «su valentía en la enfermedad» y, aunque de todas formas iría a París, se lo habían prometido, el premio de la pastelería bañezana lo hizo realidad sin mayor espera.

La niña ya ha cumplido su sueño y sigue su batalla, sigue siendo un ejemplo de fortaleza y valentía, tanto que Aroa ha sido la encargada de dar la salida de honor en una carrera de natación en Zamora en la que cerca de un centenar de nadadores se han lanzado al agua para recaudar fondos para la Asociación Pyfano (Padres y Familiares de Niños Oncológicos).

Será difícil que el premio del Roscón encuentre mejor destinatario.