La ‘niña bonita’ de los Guzmanes

La Diputación invierte cada año más de 34 millones de euros en Servicios Sociales, 14 de ellos en sus cuatro centros asistenciales, ubicados en León (2), Astorga y La Bañeza

Susana Martín
19/09/2017
 Actualizado a 16/09/2019
majo_sagradocorazon_190917.jpg
majo_sagradocorazon_190917.jpg
Lo repitió hasta la saciedad Juan Martínez Majo en cuanto logró la presidencia del Palacio de los Guzmanes en junio de 2015: «personas, personas, personas». Que las personas y el mundo rural iban a ser las grandes ‘obsesiones’ del nuevo equipo de gobierno que lidera, por lo que los Servicios Sociales son uno de los pilares básicos de este mandato.

Están divididos en dos grandes áreas: una, la de Derechos Sociales, que lleva el diputado José Miguel Nieto; otra, la de Cooperación al desarrollo más los cuatro centros asistenciales de la provincia, dirigida por la diputada Manuela García Robles. Y cada una de ellas, con un presupuesto anual que ronda los 17 millones de euros, 34 millones en total de unas cuentas que superan los 134 millones de euros.

«Los Asuntos Sociales son nuestra gran prioridad», insiste Majo en cuanto tiene la oportunidad. García Robles y Nieto lo tienen claro: «el cuidado de las personas es nuestro gran objetivo».

Y reconoce la única diputada provincial del equipo de gobierno (PP), que por mucho presupuesto con que cuenten en este área nunca es suficiente. «Ojalá más», dice Manuela García Robles, que en mayo cumplió una década al frente del Ayuntamiento de La Vecilla.

García Robles: Veo que la gente de nuestros cuatro centros está feliz, y eso es muy gratificante y lo más importante para mí La única diputada fémina del PP llegó al Palacio de los Guzmanes en mayo de 2014 en las peores circunstancias posibles: para sustituir a la hasta entonces presidenta de la institución provincial, Isabel Carrasco, que fue asesinada. En aquella trágica situación, García Robles cuenta que «ni se me había ocurrido» que la siguiente era yo...

La diputada asumió entonces Cooperación al desarrollo, y cuando llegaron las siguientes elecciones municipales y Majo conformó su equipo volvió a contar con ella, esta vez como responsable de Cooperación al desarrollo y centros asistenciales especializados, cuatro de los objetivos de los ‘mimos’ de la Diputación.

Auxiliar de enfermería –ahora en excedencia en una clínica dental–, García Robles recibió con cariño un área que le apasiona. «Es tan duro como gratificante», dice, «me gusta mucho el trato directo con la gente».

«Trabajar con gente con tantos problemas te hace apreciar y valorar la vida de otra manera», señala, y eso que sus circunstancias personales tampoco han sido fáciles. «En nuestros centros vives situaciones muy duras con gente que realmente lo que más necesita es cariño», señala, «y considero que ahí el trabajo que se está haciendo desde la Diputación es muy grande y es fundamental».

Los cuatro centros


Dos de los cuatro centros son de educación especial, Sagrado Corazón (León), con 52 discapacitados de grado ligero-moderado,  y Santa María Madre de la Iglesia (Astorga), con 136 discapacitados de grado ligero-moderado-severo. El presupuesto anual de estos centros es de 1,6 millones de euros y 3,2 millones, respectivamente, y ninguno de los dos recibe ningún tipo de ayuda económica por parte de otras administraciones.

Los otros dos centros son Nuestra Señora del Valle (la Bañeza), cuyos internos son 131 discapacitados de grado severo-profundo, y la residencia de mayores de Santa Luisa, en León. El primero tiene un presupuesto de 6 millones de euros (apenas medio millón lo aporta la Junta), y el segundo de 3,2 millones, de los que la Junta aporta 63.000 euros.

«El trabajo en nuestros cuatro centros asistenciales es enorme», remarca García Robles, que hace hincapié en un ‘chapó’ para todos sus trabajadores. «Veo que la gente de nuestros cuatro centros está feliz, y eso es muy gratificante y lo más importante para mí», reconoce.
Lo más leído