La nieve de Santa Leocadia revela el paso del oso

No se había visto al plantígrado tan abajo, en la pedanía de Toreno, y menos con crías como podrían testimoniar las pisadas detectadas por los vecinos/ Podría dar cuenta de la existencia de una comunidad osera estable en la zona

M.I.
09/12/2020
 Actualizado a 09/12/2020
Imagen de las huellas que vieron los vecinos cerca del cementerio de la pedanía.
Imagen de las huellas que vieron los vecinos cerca del cementerio de la pedanía.
Las primeras nieves han testimoniado una realidad desconocida para los vecinos de Santa Leocadia, cerca del pueblo de Matarrosa del Sil, en Toreno. Gracias al manto blanco que funciona como revelador de imágenes sobre el suelo, el día de Santa Bárbara descubrieron sobre él las que consideran que son huellas de un oso. La imagen que les llamó la atención y que inmortalizaron fue sacada en el paraje conocido como de "la Cruz" a escasos 300 metros del cementerio de Santa Leocadia, explican.

Según comentan los vecinos a este medio, los especialistas a los que han consultado sobre la procedencia de estas pisadas “nos comentan que en la foto sí que se ve una huella de oso más grande y lo que parecen otras más pequeñas pero que de momento no se puede asegurar que sea una osa adulta con cría yaque en los osos las huellas de mano y pie son de diferente tamaño y forma y no pocas veces llevan a engaño”.

De confirmarse que se trata de una osa, los vecinos sospechan que podría presumirse que “hay una población estable en la zona y que no sólo es un oso de paso buscando comida en los sotos de castaños”.
Aunque estas huellas delatan la aparición del oso por primera vez en la zona, lo cierto es que hace unas semanas ya empezó a comentarse que habían aparecido indicios en los prados llamados “Carrera” pero las huellas claras han aparecido con la nieve y más cerca del pueblo.

Pese a la cercanía a los vecinos de las huellas, reconocen que en el pueblo , más que miedo, lo que se percibe es curiosidad “es la novedad del momento”, dicen. Sí aseguran que en los paseos diarios, ya que Santa Leocadia es un pequeño pueblo muy dado a que los caminantes pasen por sus senderos, se percibe la precaución lógica. El pueblo conecta con Matarrosa, San Pedro Mallo y Villamartín del Sil, principalmente, debido a los antiguos caminos comunales que discurren entre los sotos de castaños y robles.

No obstante, no les consta que nadie haya dado cuenta de la aparición al Seprona y ven este hallazgo como una revelación de los cambios que pueden estar sufriendo los osos en su hábitat. De hecho aseguran que nunca habían percibido la presencia del plantígrado tan abajo pero sí que este año se ha notado su presencia en el pueblo de San Pedro, donde aparecieron algunas colmenas tocadas por él, en el camino que va a la Reguera. También últimamente algún ganadero ha testimoniado que el oso merodea por los prados entre Villamartín del Sil y Santa Cruz del Sil “ya que el ganado cuando detecta cerca su presencia se pone muy nervioso y sale espantado”.

Ahora llega a Santa Leocadia, acercándose incluso a la carretera comarcal 631, aunque del otro lado del río Sil.

“En el pueblo se comenta que los cazadores de la zona lo han visto con una cría”, relatan los vecinos a la espera de que se confirme exactamente de qué se trata su hallazgo. “En la foto, aunque no es determinante, nos dicen que tampoco podría descartarse que fuese una osa con cría”.

De confirmarse, sería la primera vez que se produce esa visita “nunca había criado en los alrededores de Santa Leocadia, sólo estaría buscando comida, ya que como muy cerca sólo se dan condiciones para su reproducción en la zona de Pardamaza”.

Santa Leocadia sigue mirando a la nieve estos días de frío y el oso es el primer tema de conversación en un pueblo de cuatro vecinos que solo crece en vacaciones y en puentes festivos como el que acaba de rematar.
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