La comisión de patrimonio pone hoy rumbo a Castrillo de los Polvazares, obviamente por su patrimonio, no por su gastronomía, que no hay que maliciar tanto. Sí queda la duda de si autorizarán el edificio que el Instituto Leonés de Cultura quiere levantar en el yacimiento arqueológico de Lancia, presentado con pompa y boato pero, paradójicamente, sin un estudio arqueológico que determine dónde se puede construir sin dañar los restos. Un sondeo chapucero trata ahora de solucionar el sindiós que supone priorizar un edificio antes que a aquello que motiva su edificación. Pero da igual: ¿estamos a Rolex o a setas?
Lo más leído