Muchos comentarios despertó la encuesta que publicaba ayer este periódico, con un resultado que sorprendió a muchos, a algunos para bien y a otros todo lo contrario. La política y el periodismo caminan por derroteros tan preocupantes que el resultado de una encuesta se considera algo así como escribir en un papel tus deseos, como si detrás de ella en lugar de un proceso serio con más de 1.300 encuestas lo que hubiera fuera únicamente turbias intenciones, dando todo el mundo por supuesto que la encuesta había sido cocinada. Cree el ladrón...
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