Está el tema calentito en La Virgen del Camino. La discrecionalidad de la Policía Local, que multa dependiendo de quién sea el agente de turno por las cuestiones más inverosímiles, ha despertado las iras de algunos vecinos, que ya anuncian una concentración de protesta. La gota que ha colmado el vaso ha sido otra discrecionalidad, concretamente la de multar a determinados establecimientos de la hostelería que, curiosamente, nunca son los que regentan familiares de alguno de los miembros de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
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