La solemnidad de algunos eventos a menudo juega malas pasadas. Fue el caso de la reciente inauguración del mausoleo de Alfonso IV y sus cuatro esposas en Sahagún, que ya había estado en el centro de la polémica porque algunas organizaciones leonesistas, concretamente del leonesismo más rancio, consideraban que en la corona había castillos que representaban la opresión castellana. La alcaldesa de Sahagún, durante su intervención, quiso dar las gracias al escultor pero se las dio a Amancio Ortega... de modo que el personal ya empezó a pensar en aceleradores lineales.
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