La mujer de la trama de drogas de los Larralde se autoinculpa

Exculpa a su tío y a su primo de intervenir en el traslado de la cocaína desde Galicia, a los que se les pide entre nueve y siete años de prisión

L.N.C.
20/12/2016
 Actualizado a 18/09/2019
La subdelegada de Gobierno presentó el alijo incautada por la importancia de la desarticulación del clan en el Bierzo en 2015. | ICAL
La subdelegada de Gobierno presentó el alijo incautada por la importancia de la desarticulación del clan en el Bierzo en 2015. | ICAL
La Audiencia Provincial de León ha iniciado el juicio del conocido como caso Larralde por tráfico de drogas, el clan berciano al que en 2015 se le incautaron 5,5kilogramos de esta sustancia preparada para la venta en un coche que venía de Galicia acompañado de otro vehículo.

Cuatro detenidos se enfrentaban ayer a las penas de entre nueve y siete años y medio de prisión por un delito contra la salud pública, aunque el testimonio de la mujer del clan quiso limpiar a sus compañeros, tío y primo, del delito. C.L. se autoinculpó en la primera sesión del juicio del traslado de la cocaína desde Pontevedra a Camponaraya, donde vivía.
Los cuatro detenidos y ahora juzgados P.L. hijo, C.L., D. J. y P.L. padre fueron sorprendidos en septiembre del año pasado cuando ibana Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) a por mercancía que después trasladaban a Camponaraya para efectuar en la comarca berciana su venta.

Los agentes localizaron a uno de los Larralde en el viaje, con un coche de alta gama y le persiguieron dentro de una operación abierta meses atrás. Fruto de ese seguimiento se produjo la detención de vuelta a casa, aunque con el intento de zafarse del padre del clan que, en medio de la persecución policial incluso quiso deshacerse de su teléfono móvil que más tarde fue localizado.Curiosamente se le intervino una placa falsa de la Guardia Civil además de un pagaré que sumaba 30.000 euros.

En el registro domiciliario posterior, la Policía se hizo con cargadores de pistolas con funda de 28 milímetros Parabellum, y con un chaleco anti balas al lado de cartulinas de color de billetes que podrían haber servido para realizar alguna estafa en los pagos, según concretó más tarde la Guardia Civil.En el coche había ocho envoltorios con un total de cinco kilos y medio de cocaína que en el mercado hubiera alcanzado un valor de 784.000 euros, según concretó el fiscal en el juicio.

La acusada, C.L., ha reconocido los hechos, a preguntas de su abogado, en la primera de las sesiones de este juicio que está previsto que continúe mañana en la Audiencia de León y en el que se enfrentan a una condena de nueve años de cárcel en el caso del principal acusado, su tío P.L., y de siete años y medio el resto.

A preguntas de la defensa, C.L. dijo que ella había ido aVilagarcía de Arousa a buscar la droga, cinco kilos y medio de cocaína, que se encontraron en el coche que conducía.Los otros dos acusados del clan Larralde, P.L., padre e hijo, negaron su participación en los hechos, incluso negaron haber estado en la localidad pontevedresa , aunque sí aseguraron haber estado en Cambados «por un viaje familiar», argumentaron.

El cuarto acusado, el único que no pertenece al clan, sí reconoció haber estado con la mujer en el transporte, aunque bajo los efectos de las drogas, puesto que era consumidor habitual de las mismas. Reconocieron los dos acusados, tío y primo de la mujer, que la encontraron en un bar donde habían quedado porque uno de ellos tenía una relación secreta sentimental con ella.

Fiscalía ha pedido nueve años de prisión para el primero de los acusados. P.L. padre, al que considera el principal responsable de la operación, así como una multa de dos millones y medio de euros, y siete años y medio de cárcel y un millón y medio de euros para los otros tres implicados en la trama.

El clan es conocido por la Policía puesto que entre padre e hijo suman 38 detenciones por tráfico de drogas y también por violencia. Incluso el padre tiene en su haber delitos contra agentes de la autoridad.
El juicio sigue hoy en la Audiencia provincial.
Lo más leído