La mujer arrolladora - María Hernández

María Hernández, edil y secretaria de Feminismos e Igualdad de Podemos en la comunidad, es medio gitana, feminista y peleona con los derechos de las mujeres. Acepta encantada emular por un día a uno de sus símbolos más admirados, la pintora mexicana. "Yo más bien soy Frida ‘Caló’, ¿no?"

Susana Martín
13/08/2017
 Actualizado a 19/09/2019
María Hernández, en el parque de El Cid, donde jugaba de niña. | DANIEL MARTÍN
María Hernández, en el parque de El Cid, donde jugaba de niña. | DANIEL MARTÍN
La política no le convencía hasta que en 2014 conoció el proyecto de Podemos. Tras dedicarse al Diseño y patronaje, tuvo una tienda de ropa y aún sueña con poder dedicar más tiempo a la máquina de coser. María Hernández (León, 1985), es ahora edil en el Ayuntamiento de León y estudia Ciencias Políticas cuando puede. Le propusimos emular a Frida Kahlo -maravilla de tocado de 'En la vida'; gracias, Olga- y le entusiasmó la idea. Tanto, que no se quitó ni el maquillaje para la entrevista en una terraza tras la sesión de fotos en El Cid. Todos miraban. Ella sonreía y disfrutaba vestida de un mito del feminismo.

– ¿Le hacía ilusión vestirse de Kahlo?
– Muchísima. Para mí descubrir a Frida significó salir del armario étnico. Ella me hizo ver que lo diferente no debe ser mal visto, que cada persona debe construirse a sí misma. La lucha de Frida es muy exportable a la del mundo gitano.

– ¿Usted se ha llevado alguna decepción en Podemos en estos años?
– Sobre todo con el tema gitano. La primera vez que quise hacer algo sobre ello en Podemos me mandaron a Migraciones... Les dije que tendría que mirar a ver si tenía el pasaporte en regla, porque vamos...

Yo aún recuerdo ir por el rastro cuando tenía 15 años y que los gitanos de los puestos me llamaran puta por ir en pantalones, estaba muy mal visto, ¡y no hace tanto! – ¿Qué es para usted ser feminista?
– Me di cuenta de que lo era hace siete, ocho años. Para mí ser feminista es simplemente creer en la igualdad entre hombres y mujeres, ni más ni menos.

– ¿Y qué me dice de Irene Montero?
– Cuando la conocí pensé que va a ser presidenta del Gobierno. Con eso te lo digo todo. Es una tía con unas capacidades increíbles. Arriesgó su carrera por hacer un país mejor. Por sus méritos llegará lejos.

– Con las mujeres Iglesias no ha estado precisamente fino en varias ocasiones...

– Ha tenido actitudes feas, sí... Queda mucho trabajo que hacer para las mujeres en Podemos. Vivimos en una sociedad machista, es muy difícil desaprender tantas costumbres, y no olvidemos que también hay machirulos de izquierdas. Yo le hubiera dado caña, como se la doy a Monedero, con el que me llevo muy bien ,y cuando se pasa en la tele  después le suelo recriminar sus machiruladas.

– ¿Qué diría a los desencantados con Podemos que ven a su regeneración demasiados tics de la política de toda la vida?
– Que queda mucho trabajo para hacer el cambio de país que queremos realizar. Es lógico que te metas en unas lógicas institucionales, te llevan, pero tenemos que seguir teniendo el otro pie en la calle.

– Padre gitano, madre paya,  cuénteme cómo se conocieron sus padres.
– En la noche leonesa, que siempre ha tenido mucha marcha. Se conocieron, se gustaron... Costó, pero mi madre es una más en la familia, es la tía Pili para todos.

– ¿Aún siguen las tradiciones gitanas?            
                               
– Ahora se siguen las costumbres porque se quiere, no es algo impuesto. Yo recuerdo ir por el rastro con 15 años y que los gitanos me llamaran puta por ir en pantalones, estaba muy mal visto, ¡y no hace tanto! El norte es complicado, no es como el sur, donde hay mucha más integración.

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