"La melancolía es como si encendiera un interruptor"

Diego Vasallo, cantautor y cofundador del grupo Duncan Dhu ofrece un concierto en Ponferrada

Mar Iglesias
13/02/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Diego Vasallo en uno de sus conciertos como el que ofrecerá el día 14 en Ponferrada. | JAVIER ESCORZO
Diego Vasallo en uno de sus conciertos como el que ofrecerá el día 14 en Ponferrada. | JAVIER ESCORZO
Ha elegido el 14 de febrero para hacer una parada en la Sala Tararí de Ponferrada, una ciudad que visita por primera vez en solitario, pero en la que ya dejó sus toques de guitarra cuando formaba parte del corazón de Duncan Dhu, formación que fundó al lado de Mikel Erentxun en 1984 aunque pocos recuerdos le quedan de aquella historia de vértigo de la que se bajó hace más de una década para sosegar las notas en un empuje propio que necesitaba. Y así, en solitario, ha pasado, el tiempo, las hojas y seis discos desde los que ir creciendo, asegura.

El último, Baladas para un autorretrato, cumple dos años y está dando los coletazos finales en gira antes de dar paso a otro hermano menor desde los estudios de grabación de Santander que le vieron nacer y que ya se preparan para grabar la decena de canciones que Vasallo lleva en el cuaderno. De nuevo su mirada melancólica cobrará vida desde su garganta rota que quiere, de ese modo, seguir haciéndose camino.

– Supongo que le siguen reconociendo como parte del palpitar de Duncan Dhu ¿o ya no es así? ¿Le molesta?
– Es inevitable. Duncan Dhu fue un grupo muy conocido y mi nombre se asocia a él, con el que pasé casi 20 años. Pero ahora llevo tiempo trabajando en solitario, aunque no me molesta que sigan recordándolo, aunque sí me apetece dar a conocer mitrabajo en solitario.

– Después de aquel gran grupo inicia un proyecto totalmente distinto ¿no sé si ese paso era necesario para usted?

– Generalmente los grupos tienen una duración que es la que dura la química, la energía y las ideas. Después es inevitable el estancamiento y generalmente el declive. En esos momentos me pareció que debía trabajar en nuevas cosas, tanto, Mikel como yo. Se trata de dar rienda suelta a nuevas ideas.

– ¿Y que balance hace de este trabajo en solitario tras más de una década?
-Como en todas las carreras que comienzan a ser largas veo en perspectiva y hay cosas que me han gustado más, otras menos. Creo que en los últimos discos he encontrado un camino en el que me siento más cómodo y en el que me expreso mejor, pero no soy muy dado a mirar atrás. Lo que más me motiva son los próximos proyectos y ya estoy pensando en el próximo disco.

– ¿Le gusta la evolución musical que ha seguido desde entonces?
– Cada época tiene sus referencias. Yo siempre he sido inquieto en ese sentido, para ir por caminos que no había recorrido.A lo largo de mis discos encuentras cosas muy distintas.En los últimos tiempos creo que sí he encontrado un estilo que considero más propio en el que la vozy los textos cobran un protagonismo mayor.

– ¿Dónde está la firma de Vasallo en esos temas?
– Yo pienso que es interesante quea un autor, en cuanto lo escuches, se le reconozca por algo.En mi caso pienso que puede ser quizás unos textos que en los últimos tiempos han adquirido más protagonismo en los discos y también una voz más reconocible. Creo que son los elementos a destacar, porque las producciones han variado. Algunos son más acústicos, más folck, otros suenan más rockeros...pero pienso que la voz y los textos son más reconocibles.

– ¿Hoy tienen más sentido los cantautores que en otras épocas, hay más necesidad de que esas canciones hablen?
– Creo que siempre han sido necesarios. Las canciones siempre se han usado para comunicar todo tipo de sensaciones, de sentimientos. Hay canciones de todo tipo, de amor, políticas, de celebración o de lamento. La canción es un género muy moldeable, en el que cabe todo. La canción siempre ha sido un vehículo importante a la hora de expresar, quizá en algunas épocas ha tenido tintes más sociales , pero ahora parece que eso está más parado. Creo que es un género muy interesante por su capacidad de comunicación en su sencillez, algo que me parece bastante atractivo.

– ¿Cree que los músicos deben comprometerse de alguna manera con la sociedad en la que viven con sus canciones?
– Cada uno debe elegir lo que quiere expresar en sus canciones y qué es lo que le mueve a escribirlas. En mi caso no he frecuentado mucho la crónica social y política. Son canciones más introspectivas, aunque creo que cualquier autor está expresando en sus canciones su manera de ver el mundo y la realidad con lo cual siempre llegan a ser canciones sociales o políticas de alguna manera.En todas las canciones hay una mirada del autor hacia afuera y ahí se refleja cómo uno está viendo el mundo.

– Seis trabajos discográficos en solitario, supongo que eso hace currículum y hasta una cartografía de uno mismo ¿qué le han aportado?
– Ha sido un aprendizaje constante, vas probando y corrigiendo cosas. Es un camino largo, lento y lo considero sobre todo como algo que te va formando como autor y también como persona, porque es muy difícil desligar la obra de la persona, es todo un bloque y la vida se va mezclando con tu camino como autor.

– Llega a Ponferrada con Baladas para un autorretrato bajo el brazo , ¿qué nos dice este último trabajo?
– En este disco he cambiado la banda y la producción. Lo he hecho con Fernando Makaya en Santander. Es la primera vez que trabajamos juntos y ha aportado una mirada bastante diferente. Estos conciertos los estamos haciendo en una formación de trío que creo que resalta la crudeza de algunas canciones, los textos y la voz. Presenta las canciones más crudas. Es una mirada. Lo que me gusta ver en un autor es su forma de mirar y creo que las letras destilan mi forma de ver la realidad. Hay un impulso de melancolía en ellas. Son letras crepusculares, algunas bastantes autobigráficas, como entradas de algún diario. Otras son más abstractas, pero creo que lo importante es que transmitan la mirada del que las escribe .Mi mirada siempre ha tenido esa melancolía porque tal vez esos estados son propicios para escribir. Son momentos bastante creativos y por eso se trasladan a las canciones. Siempre he tenido debilidad por esa tristeza de muchos autores, creo que hay una magia especial en esas canciones.En mi caso es como si encendieran un interruptor.
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