Si estás cerca de esa situación y te preocupa cómo afrontar el futuro, puedes saber cuánto vas a cobrar cuando te jubiles y lo verás todo un poco más claro. Si todavía te quedan algunos años (da igual si son cinco o treinta), es importante que vayas comenzando a planificar tu futuro para el momento del retiro.
Por qué es importante preparar la jubilación con antelación
En España, de forma habitual durante las últimas décadas, el sistema público de pensiones se hacía cargo de que los jubilados no perdiesen demasiado poder adquisitivo cuando dejasen de trabajar. A través de un porcentaje de la cotización, los años en activo y la edad a la que nos jubilamos; obtendremos el importe final de nuestra pensión.
Pero sabemos que este sistema, al menos tal y como está actualmente, no es sostenible durante mucho tiempo. A pesar de las recientes reformas negociadas entre el Gobierno y diferentes agentes sociales, todo irá cambiando poco a poco.
Esto es porque, en nuestro país, nos encontramos con una de las tasas de sustitución más alta de toda Europa, un medidor que marca la diferencia entre el último sueldo y la primera pensión recibida. Mientras que la media en España es del 81% sobre la última nómina, la media de todo el continente baja hasta el 57%. Y los indicios nos llevan a pensar que nos iremos acercando cada vez más a esta cifra.
Por lo tanto, es más que evidente que la jubilación debe planificarse con el mayor tiempo posible. Nunca es demasiado pronto, pero tampoco demasiado tarde. Conoce los diferentes instrumentos que te ofrece tu empresa para mejorar tu jubilación o busca planes de ahorro individuales que te ayuden a estar más tranquilo en el futuro.
Como decimos, hacerlo muy tarde es posible, pero el poco tiempo del que dispones hasta la jubilación puede ser un impedimento importante a la hora de conseguir un buen colchón. Así que, si puedes, empieza a preparar tu jubilación desde el primer sueldo que recibas.
No te obsesiones con el futuro, vive con comodidad en tu día a día; pero no lo dejes pasar o te encontrarás con un cambio económico muy grande el día de tu jubilación.
Conforme vayas cumpliendo años y acercándote a la edad de jubilación, si has hecho bien las cosas tendrás un suplemento importante a la cuantía de tu pensión. En los últimos años como trabajador activo, además de seguir sumando si es necesario, podrás empezar a analizar la situación que te vas a encontrar, calcular la posible pérdida de poder adquisitivo o cómo vas a afrontar tu retirada.
Si no has podido empezar un ahorro pensando en la jubilación desde joven, te toca quizás hacer frente a una situación algo menos agradable. Puedes plantearte alternativas como retrasar la edad de jubilación o lo que conocemos como jubilación activa para mantener una fuente de ingresos además de la pensión.
El aspecto psicológico de la jubilación
Aunque el factor económico será muy importante el día que dejes de trabajar, también debes pensar en prepararte mentalmente para lo que está por llegar. Aparcar toda una vida dedicada a tu carrera, organizarte el tiempo libre o enfrentarte a un día sin rutinas puede ser una carga psicológica muy dura.
Hay personas que se dedican a aprender nuevas habilidades o continuar de forma altruista algo que ya hacían, hay quienes buscan experiencias diferentes o salir de lo conocido, incluso hay jubilados que no tienen más pretensión que la de descansar después de tantos años de esfuerzo.
Lo importante es hacer frente a este cambio, de la misma manera que lo haremos con el económico, para que no nos pase factura y podamos, incluso, caer en depresión por haber abandonado el sector laboral.
Como conclusión, debes tener claro que la preparación ante la jubilación no solo llega en tus últimos años en activo, sino que es un proceso que debes empezar desde que eres joven. Planifica bien el aspecto económico para no enfrentarte una situación difícil en tu retiro, pero tampoco descuides el aspecto psicológico.