La mediación de PAH Bierzo consigue que se paralice un desahucio en Cádiz

La polémica ‘marcha atrás’ del Tribunal Supremo en relación a quién tenía que ser el responsable de pagar el conocido como ‘impuesto de las hipotecas’ que desde este sábado tendrá que asumir la banca tras el decreto ley aprobado el jueves por el Consejo de Ministros, ha vuelto a poner en relieve el oscurantismo que rodeó durante los años del ‘boom’ inmobiliario a todo lo relacionado con las hipotecas.

Pese a los brotes verdes y la recuperación que se anuncia desde el ámbito político y el macroeconómico, son muchas las familias que siguen viviendo al límite y todavía están intentando salir a flote después de la crisis que devoró a miles de personas en todo el país y las dejó sin un hogar.

Con los desahucios como práctica habitual, surgieron colectivos para tratar de defender a los más desfavorecidos. Uno de ellos fue la Plataforma de Afectados por la Hipoteca del Bierzo (PAH Bierzo CyL), que se encarga de asesorar a aquellos que necesitan ayuda con sus problemas hipotecarios, mediando con la banca y unas políticas muchas veces agresivas.

Pero no solo actúa en la comarca. La presidenta del colectivo, Mary Flor Álvarez, logró paralizar un desahucio en la localidad gaditana de Barbate, a 900 kilómetros del Bierzo, donde se quería llevar a cabo un desahucio en precario a una familia con dos menores a su cargo, tal y como explica la presidenta de la asociación de Mujeres por la Igualdad y Derechos (Atenea), Maribel Ruiz, en sus redes sociales.

«La familia vino a nosotros tímida y triste, soy aún novata en estos temas y mi primera opción fue llamar a Mary Flor, que nos hizo los oportunos escritos para paralizar el proceso en los juzgados y otro para Asuntos Sociales para pedir amparo y protección para los dos menores», explica.

La mediación de Álvarez y la de Elena Prado, una abogada cántabra especializada en titulizaciones hipotecarias y cláusulas, logró que los escritos fueran aceptados y la familia no perdiese su hogar. «Cuando hay voluntad de ayudar, no hay distancia que lo impida», recuerda Riz, que destaca que gracias al trabajo de personas como Mary Flor Álvarez «nos sentiremos siempre protegidas y asesoradas».