07/05/2020
 Actualizado a 07/05/2020
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La pandemia está obligando a reescribir buena parte del diccionario. Términos como el de ‘héroe’ han experimentado una necesaria revisión. Así, lo heroico vuelve a ser ese esfuerzo personal o profesional para sacar adelante al prójimo.

Ahora que sanitarios y policías ocupan en los periódicos el hueco de futbolistas y cantantes, desde la humildad, el dolor y sobre todo desde el cariño, quiero dedicar estas líneas a una de esas heroínas en el sentido actual del término: Inés Pérez Garrido. Una leonesa, otra más, que nos dejó ayer a los 84 años de edad.

Para quien les escribe y para el resto de sus sobrinos, tía Inés. Para Yoli y Olga, mamá. Para Jesús Alberto, Óscar y Roberto, abuela. Y para el resto de Almanza, simplemente ‘Inesita’. Sí, con ese diminutivo que nuestros pueblos reservan para sus vecinos más queridos y que ni las arrugas, ni las canas, ni el paso del tiempo son capaces de borrar. Su vida, como la de otras tantas leonesas que se van en estas semanas, fue un manual de dignidad que merecería todas las portadas de la prensa de hoy. Qué menos, por conciencia y por justicia, que brindarle un pequeño homenaje en páginas interiores.

Al margen de esos méritos anónimos de amar y proteger a los suyos con uñas y dientes, Inés Pérez Garrido trabajó duro con su familia, a los que alguno sigue llamando ‘los Maquilas’, en el molino de Pobladura. Décadas después y quizá por esa influencia, regentó con su marido Tino, de Corcos, un bar llamado ‘El Molino’ en el barrio de Santa Ana que muchos habitantes de la capital quizá recuerden. Trabajo y más trabajo para labrar ese aura de respeto que en los últimos años le ha acompañado tanto como su bastón. De hecho, los primos más jóvenes de la familia la apodamos cariñosamente ‘la matriarca’.

Una vez más, las flores de mayo vuelven a ser crisantemos para ‘los Maquilas’. Hoy no podremos darte la multitudinaria despedida que te mereces matriarca, pero ten claro que tampoco te vamos a olvidar. Entre otras muchas razones porque no queremos olvidarte.

Por último, desde la distancia de seguridad que obliga el maldito virus, os envío el mayor de los abrazos Jesús Alberto, Óscar y Roberto. O, si lo preferís, ‘Xubo’, ‘Gru’ y ‘Polines’, nietos de ‘Inesita’.
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