"La mascarilla no solo nos tapa la boca sino los ojos"

Marta Redondo es una de los autoras que han puesto sus relatos y poemas al servicio de un proyecto solidario en favor de la Asociación Leonesa de Caridad, un libro titulado ‘Alas de mariposa’ que se presenta este lunes

J. Revuelta
24/12/2021
 Actualizado a 24/12/2021
La profesora, escritora y columnista de LNC, Marta Redondo Álvarez. |  L.N.C.
La profesora, escritora y columnista de LNC, Marta Redondo Álvarez. | L.N.C.
Tengo por costumbre ver todos los años por estas fechas la obra maestra deLuis García Berlanga ‘Plácido’, que en principio tenía que haberse titulado ‘Siente a un pobre a su mesa’, parafraseando el eslogan de la campaña que la burguesía de una pequeña ciudad de provincias emprende en Nochebuena para limpiar sus conciencias, una denuncia de la hipocresía social que en aquellos primeros años 60 imperaba en un país que, por desgracia, con el paso de los años, la crisis económica y últimamente la pandemia se ha vuelto insensible a la pobreza. Por ello, es de agradecer propuestas como la que ha terminado materializándose en la publicación de ‘Alas de mariposa’ (Crisálida ediciones), un libro que el próximo lunes a las 20:00 horas se presenta en la sede de la Asociación Leonesa de Caridad, cuyos beneficios por la venta de los ejemplares al precio de 15 euros en puntos de venta como la propia asociación y las librerías Pastor, Artemis, Leopoldo y Valderas, irán destinados íntegramente a la labor que viene desarrollando desde hace muchos años la entidad presidida por Félix Llorente. El acto contará además con la actuación musical de Marta García e Isamil9. Curiosamente, algunos de los autores de ‘Alas de mariposa’ son colaboradores de este periódico, como Miguel Ángel Cercas, Manuel Cuenya, Laly del Blanco o Marta Redondo.

Si en los años sesenta, tal y como describía Berlanga en su película, primaba la hipocresía social, ahora nos hemos vuelto totalmente insensibles hacia la pobreza, reconoce Marta Redondo. «Nos hemos vuelto tan insensibles que a los pobres que piden por las calles ya los vemos como parte del mobiliario urbano. Antes te encontrabas un pobre en una esquina y ahora te encuentras un pobre en cada portal. Yo trabajo en Villalón de Campos, donde doy clases de lengua y literatura, y hace unos días llevamos a los chicos a Madrid para que vieran el musical ‘We will rock you’, basado en la vida de Queen, y en los aledaños del teatro me llamó la atención ver a un grupo de indigentes acampando en la vía pública, una imagen que hasta entonces solo veías en las películas americanas pero no en la vida real», señala Redondo, que reconoce que el libro se empezó a fraguar hace tiempo en el cuentacuentos que se lleva a cabo en el Café Varsovia por iniciativa de Terelu Rodríguez, aunque el objetivo inicial no era la lucha contra la aporofobia sino solidarizarse con una niña que había contraído una de esas enfermedades tildadas de ‘raras’. Una serie de trabas para llevar a cabo el proyecto terminaron por cambiar el objetivo del mismo y recaer en la labor que desde hace tiempo viene desarrollando Félix Llorente al frente de la Asociación Leonesa de Caridad. «Laly del Blanco fue la que nos puso en contacto con esta asociación que lleva en León desde el año 1906. Por lo que respecta al libro, el lector se va a encontrar una amalgama de relatos de muy distinto calado. Los hay que sí que hablan de la pobreza, pero también hay poesías y otros con un toque humorístico, como los de Miguel Ángel Cercas, o con una inspiración más poética, como puede ser mi caso. Es una selección de escritos y poemas de varios autores que hemos dado parte de nuestra producción para la causa».

Mariposa Ediciones se ha encargado de la publicación de ‘Alas de mariposa’ a través de su sello Crisálida, un título que a juicio de Marta Redondoes polisémico, «primero por la propia niña, que en un principio inspiró a Terelu por ese problema que tenía, y luego por el tema del ‘efecto mariposa’, que como sabes cualquier acto pequeñito tiene un efecto multiplicador», sostiene la docente y escritora, para quien primero la crisis financiera y ahora la pandemia han agravado la pobreza en el mundo y, lo que todavía es peor, nuestra actitud ante quienes la sufren. «Estoy convencida de ello. Si los pobres antes eran invisibles, ahora lo son más. A raíz de la pandemia nos hemos vuelto muy individualistas. Nuestra mascarilla no solo nos ha tapado la boca sino los ojos. Este es un virus que también nos puede afectar al alma y a la capacidad de compadecernos de los demás. Con el tema de las vacunas estamos muy preocupados de nuestro propio bienestar y nos olvidamos de los pobres».
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