La más española de las óperas italianas

Pocas óperas del repertorio tienen tanto vínculo con nuestro país como ‘La favorita’. De los 64 títulos que escribió el prolífico Donizetti (1797-1848), nada menos que once se desarrollan en España; pero con este drama abrió sus puertas el Teatro Real en noviembre de 1850, con Isabel II en el palco. El argumento, ambientado en la Castilla del siglo XIV, relata el triángulo amoroso entre el rey Alfonso XI, su amante –o favorita– Leonor de Guzmán y el monje Fernando, que renuncia al hábito por ella. El papel del tenor dio la gloria a Julián Gayarre (que se coronó en La Scala en 1876) o Alfredo Kraus. Y hasta principios del siglo XX se vio más de 250 veces en Madrid, y otras tantas en Barcelona. Sin embargo, después fue desapareciendo de los teatros por la dificultad de reunir un reparto a la altura.

La Ópera Estatal de Baviera ha dado con la clave: dos protagonistas de primera, ambos especialistas en bel canto, corriente que dominó el primer tercio del XIX, basada en el lucimiento de la voz. La estrella es la mezzo letona Elīna Garanča (1976). Hija de músicos, soñaba con ser actriz; tal vez venga de ahí su dominio de la escena. Ha conquistado Salzburgo, Viena o Nueva York con su seguridad técnica, su elegancia y su perfecta emisión. Debutaba en ‘La favorita’, igual que su compañero, Matthew Polenzani. El tenor italoamericano (1968), premio Tucker en 2004, ya ha encarnado a Roberto Devereux y a Nemorino en el MET. Destaca por su fraseo, por su dicción impecable y por su facilidad en los agudos. En el foso, el marido de Garanča, el gibraltareño Karel Mark Chichon, habitual de las sinfónicas de Londres o Amsterdam y titular de la Filarmónica de Gran Canaria.

‘La favorita’ no se veía en Múnich desde hacía 100 años, y Amélie Niermeyer consideraba necesario modernizarla. La regista alemana apuesta por un único decorado abstracto (basado en paneles móviles) y pone el foco en el machismo de la corte.

Este montaje, que se proyectará este jueves en los cines Van Gogh a las 20:00 horas, recupera la versión que se estrenó en París en 1840, con texto en francés (hay también una traducción al italiano). La ciudad seguía siendo el epicentro cultural de Europa. Donizetti, siguiendo el ejemplo del maestro Rossini, se había instalado allí en 1839. Triunfó enseguida con La hija del regimiento y con este título, que elaboró en apenas dos meses, por supuesto reutilizando material de hasta cuatro trabajos previos. Su mayor mérito fue dotar al conjunto de unidad de estilo, y que la belleza de la música hiciese olvidar las incongruencias del libreto, lleno de tópicos románticos: ambientación tenebrosa y medieval, amores imposibles, intrigas de corte…

‘La favorita’ combina dos tradiciones, la francesa (en su formato de grand opéra, de larga duración y con pasaje de ballet) y la italiana: melodías cantables, momentos de virtuosismo vocal, grandes escenas de conjunto… Sin embargo, se distingue por tres novedades. Para empezar, la protagoniza una mezzosoprano, algo muy poco habitual. Fue una imposición del empresario del teatro, Léon Pillet, que tenía una aventura con la mezzo Rosina Stolz. Por otro lado, otorga un gran peso al tenor, que hasta entonces solía ser un rol secundario. Aquí abre y cierra la función, y disfruta de tres arias bellas y exigentes. Por último, sorprende la orquesta: admirador de Beethoven, le rinde homenaje con su uso de los timbales y de los vientos metales ya desde la espléndida obertura.