La manipulación de las estadísiticas

Vivimos un tiempo en que los que ocupan el sillón del poder y cuentan con la colaboración de aquellos que desean erosionar el Estado, tratan de ocupar las Instituciones sin control de peso democrático, dejando a la oposición en fuera de juego y dañando, esperemos que no se cumpla, el legado democrático, casi en la UCI por asfixia sectaria.

Nunca se ha visto otro descaro mayor que manipular los humanos hispanos de Iberia como lo hacen ciertos medios de sociología demoscópica que parecen más bien una fábrica de globos sonda.

Lo malo del asunto es que si son privados, aunque reciban fondos públicos, todavía puede haber un atisbo de apariencia honesta, pero lo más de lo más es que medios públicos sirvan a los intereses más vergonzosos de la ambición partidaria.

Como curiosidad podemos señalar que antiguamente el sufrido pueblo hispano aguantaba las oleadas de inconsecuencias, sin tanto mareo de algunos telediarios en que voces chillonas y con dificultad respiratoria apoyan sus argumentos de propaganda falaz, inician la noticia abierta sin ningún dato importante, después se apoyan en selfies y reporteros populares de teléfono obsesivo, entrevistan continuación a los viandantes ingenuos que realizan las coletillas de la información y después se duermen con el micro dando el asesoramiento de la pléyade de expertos que como setas adornan los platós y sentencian sin ofrecer soluciones a los casos y sin molestar al poder que les da las subvenciones.

No digamos cuando se acercan las elecciones de cualquier signo y surgen los debates, las informaciones de encuestas de todo tipo, con muestras sospechosas que se atemperan a los resultados que cada contrincante desea escuchar primero y ver en un tablero de resultados para cultivar su monopolio del sillón.

Algo insólito que hace renacer, reverdecer más bien, la cosecha de expertos que los hay de todos los colores y gustos, algo insólito que casi podíamos declarar como ‘patrimonio nacional’ esta rara avis que, sobre todo, proviene de los sillones giratorios del sistema político que debe ser renovado y que se permiten el lujo de anunciar victorias pírricas virtuales para agradar al líder.

Por supuesto nada tenemos que decir de los encuestadores que se juegan sus dineros de forma privada sin que los españoles de a pie les den ninguna subvención para ese trabajo.

Sí que podemos afirmar que tanta encuesta marea y produce sarpullidos nada recomendables para las mentes verdaderamente progresistas, liberales y democráticas.

Cualquier día y en vísperas de la batalla del voto nos encontraremos en la sopa los resultados de la batalla por el poder mucho antes porque todavía no han descubierto el visionario que se forre con los resultados a que y lo tendrán en el congelador debidamente controlado.

Suponemos que la idea, los autárquicos la tienen ya registrada y si no, se apresuraran a realizarla en vistas del momio que resulta el poder para aquellos que no han dado palo al agua.