31/07/2020
 Actualizado a 31/07/2020
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Uno de los fenómenos más extraordinarios que ocurren en nuestra provincia es tener un campo insultantemente verde en el mes de agosto cuando más de medio país es un auténtico secarral. Incluso en días como estos que el termómetro pasa con creces de los treinta grados, nuestros cultivos, lejos de marchitarse, se les ve crecer cada día, pues no hay mejores aliados para el crecimiento de las plantas que el agua y el calor. León tiene unas 120.000 hectáreas de regadíos intensivos y no menos de otras 30.000 que también se riegan, y de ellas más de 70.000 son de maíz, un cultivo con gran porte. Cuando se visualiza una imagen de satélite de nuestro país, y se acerca el objetivo a la autonomía o a la provincia, se observa una gran mancha verde que ocupa desde el cauce medio de los ríos Esla y Órbigo hasta su confluencia ya entrados en Zamora y que contrasta con los colores ocres del secano castellano, del secano de Tierra de Campos. Este hecho extraordinario, el de los regadíos leoneses, es una conquista que ha hecho el hombre a la naturaleza, es un ejemplo de que no siempre que interviene la mano del hombre en la naturaleza es para degradarla, y gracias a ello disfrutamos del verde, disfrutamos de uno de los principales sumideros de anhídrido carbónico de España, y disfrutamos de una riqueza importantísima que está frenando el desempleo y la falta de actividad económica de otros sectores, y por supuesto que mantiene todavía vivos muchos de nuestros pueblos. Todavía no me explico cómo ha sido posible esta inversión pública en nuestra provincia cuando aquí hemos adolecido de padrinos en el mundo de la política yLeón ha visto pasar de largo todas las oportunidades, y aunque estos regadíos están en una parte importante obsoletos y claman a voces una modernización, lo importante es que hay agua y se riega. Lo importante es que sembramos nuestras tierras y producen, y de eso es testigo el objetivo de los satélites, que cuando quieren algo verde en agosto, tienen que enfocar a nuestra provincia,y no al norte siempre más húmedo, al sur.
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