La luz del norte

Carlos Cobián llena la galería Bernesga de playas y bicicletas en una representación que puede hacer recordar a Sorolla

Vicente García
18/05/2019
 Actualizado a 16/09/2019
Carlos Cobián posa en la sala Bernesga ante dos de sus cuadros en los que prima el uso de la luz. | V.G.
Carlos Cobián posa en la sala Bernesga ante dos de sus cuadros en los que prima el uso de la luz. | V.G.
La sala de arte Bernesga acoge desde el día 3 al 23 de mayo una exposición de Carlos Cobián, un artista que ha visitado varias veces la ciudad de León con sus obras y quien desde que contempló a sus hijos pequeños jugando con las cometas en la playa, moviéndose como si bailaran, se dio cuenta que su visión pictórica estaría representada por personajes en este entorno, e hizo un cambio en su pintura que anteriormente estaba dominada por la representación de las ciudades.

Y así vemos sus cuadros que emanan esa luminosidad del norte, donde unos personajes vestidos con ropas intemporales, ya que las modas funcionan cíclicamente, con cubos, cometas, juguetes y otros aditamentos, incluido el can que se mueven por las playas como si danzaran reflejados a su vez en esas aguas que las olas acaban de dejar. Son momentos eternos de unos personajes universales, ya que no pinta caras, cualquiera puede identificarse con alguno de sus modelos.

El gran crítico Marcelino Cuevas, que hace poco nos ha dejado, se refería a él con las siguientes palabras: «Hay que decir que Cobián es un artista de dibujo fácil y un pintor que sabe emplear a la perfección los colores, sobre todo en la maravillosa luz que impregna la mayoría de sus cuadros y que refleja perfectamente ese momento mágico del atardecer». Y eso es precisamente lo que quienes visiten esta exposición pueden comprobar paseando a través de la visión de su obra, con esa luz del norte, muy diferente a la fuerte luminosidad de Levante en los cuadros de Sorolla, pues la luz de Carlos Cobián es más íntima y encerrada en la vida de sus personajes quienes sienten y disfrutan a la vez que pasean descalzos o en bicicleta.

El mundo de la bicicleta es también una constante en mi pintura como concepto  romántico Porque la bicicleta es otro de los elementos que incluye en su obra, ese artilugio que no solamente es para el verano como dice el título de la obra teatral, sino de todos los tiempos y todos los lugares, y para ello se sale de sus playas de siempre para dar un paseo por la Condesa, con el fondo de San Marcos, en León, donde no hay esas playas que él siempre pinta, un guiño a nuestra ciudad. El autor acerca de este cuadro dice: «Uso mucho las bicicletas y quería hacer un homenaje a León y está muy bien presentar a una niña paseando con su bicicleta, el mundo de la bicicleta es también una constante en mi pintura y es un concepto muy romántico, de libertad, pues acabaremos en eso, la carestía del coche va a hacer que regresen las bicicletas a las ciudades».

Carlos Cobián es un pintor hiperrealista que busca composiciones de personas vestidas de un modo intemporal con las que cualquier espectador o comprador pueda identificarse a sí mismo o a sus allegados, combinando elementos como cubos, palas, cometas coloristas, juguetes propios de la playa, perros y sobre todo bicicletas lo que da en su conjunto una sensación de libertad unida a ese romanticismo melancólico propio de las playas y ciudades del norte.

Una exposición para ver, sentir y disfrutar que trae a León las playas del Norte como bien dice un autor que pinta lo que siente y en sus obras presenta la síntesis de lo que ha visto. El espectador será quien recoja esos sentimientos y los haga suyos, entonces habrá cumplido su objetivo la obra.
Archivado en
Lo más leído