La luz de la esperanza

Nour Hamayel expone sus fotografías en la muestra ‘Distante’ que este miércoles se inaugura en la galería de arte Cinabrio en Trobajo del Camino

Vicente García
03/04/2019
 Actualizado a 17/09/2019
La fotógrafa Nour Hamayel posa entre dos de las obras que se exponen en la galería de arte Cinabrio. | VICENTE GARCÍA
La fotógrafa Nour Hamayel posa entre dos de las obras que se exponen en la galería de arte Cinabrio. | VICENTE GARCÍA
Nour Hamayel expone sus fotografías en la Galería de Arte Cinabrio, donde a la vez se forma en el difícil arte del Arte actual, un lugar en el que aprende y experimenta con la pintura y sobre todo la composición.

Nour es refugiada siria, nacida en la ciudad de Swida. Ya tenía un claro bagaje artístico cuando hace un año tuvo que dejar su país en guerra, (https://www.lanuevacronica.com/retazos-de-siria) y venir a León donde ha continuado tomando sus imágenes y haciendo sus composiciones durante el tiempo que aquí ha vivido en un continuo aprendizaje.

Su nombre en sirio significa luz y utiliza la luz para crear sus fotocollages con el teléfono móvil y fotografías con una gran intensidad anímica, fotografías vinculadas al ámbito del espacio arquitectónico, el elemento urbano, la infancia, la femineidad y la intimidad.

A partir de esta base participó en una primera exposición colectiva con el grupo de sus compañeros del taller de la galería Cinabrio a la que acudió el gran crítico de arte desaparecido Marcelino Cuevas realizando una entrevista y animándola a seguir su camino fotográfico. Basándose en ello ahora plantea una exposición en solitario con sus obras en las que se pueden contemplar fotografías tanto en blanco y negro como en color, así como fotocollages representando los temas que le angustian: la guerra y el amor, todo ello tan distante de nosotros como su país de León.

Y en eso está, utiliza la luz para recoger todo lo que ve con una mirada intensa que le lleva a plantearse preguntas sobre la vida, sobre su vida que pende de un hilo, sobre su familia en ese país tan distante y tan acosado por la guerra, o como ella, dispersa por el mundo. Pero en la distancia no es capaz de perder su esperanza, esa esperanza que le hace seguir luchando aunque a veces pueda rendirse porque no la encuentra y solo vea la distancia que le separa de todo lo que hasta hace poco tiempo ha sido su vida.

Sus fotografías tienen un toque irónico y sugerente, fotografías de Siria en mitad de la nada, fotografías de ciudades, de campos, de niños que son los sujetos que encuentra en sus dos mundos, el distante de su país y el cercano de nuestra tierra, ahora suya de adopción, los niños, la vida que resurge de la tristeza y la desolación de la guerra evocada en la figura infantil, y en la de la mujer, tan cercanas a la suya.

Sus collages o fotomontajes donde utiliza los más diversos elementos para mostrar sus ideas sobre la vida, sobre la guerra, donde el suelo es un río de sangre, el paradigma de su mirada: guerra, mujer, diversión, muerte… triste, pero que da de lleno en la idea que produce en ella el fantasma de la guerra. Y sus dos fotografías clave de bombarderos lanzando su mortífera carga sobre la mujer, la mujer que es otro de los referentes de su fotografía, tanto en los collages como en las fotografías, donde su sombra o el abandono del encuadre narran esa retirada femenina del mundo siniestro en el que la guerra ha sumido a su país y son las mujeres y los niños quienes más la han sufrido.

En su caso se plantean varias cuestiones de interés que le sitúan en un marco general de referencia relacionado por un lado con el feminismo comprometido y reivindicativo en relación a una libertad de expresión creativa de las mujeres, y por otro, con la creación artística que articula el pensamiento artístico con la teorización crítica con un enfoque social e incluso político, desde la concepción de ciudadano. Así su obra, se podría relacionar en cierto sentido, no tanto por la estética como por el planteamiento teórico, con la obra de la fotógrafa iraní Shadi Ghadirian en relación a la guerra o con los postulados de Shirin Neshat, artista se centra su obra en el análisis la condición de la mujer, en las sociedades islámicas contemporáneas. (Teherán, Irán, 1974).

Nour parte de dos planteamientos técnicos fotográficos totalmente diferenciados pero que técnicamente tiene un eje común y que la convierte en una mujer muy actual tecnológicamente, ella utiliza el móvil como herramienta básica de trabajo y los programas de tratamiento de imagen que contiene, una diferencia substancial con muchos de los fotógrafos/as digitales que suelen utilizar cámaras y ordenadores para formalizar y presentar su trabajo.

‘Distante’ es una interesante exposición, cargada de luces de esperanza que se inaugura hoy a las 20:00 horas en la galería de arte Cinabrio ( C/ Gran Capitán 11, frente a las Dominicas de la Anunciata) y permanecerá abierta al público hasta el día 12 de mayo.
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