–¿Cómo se lleva un verano sin corros de lucha leonesa?
–Sinceramente mal. Es lo que hay, no tiene vuelta de hoja, pero ahora mismo estaba pensando que en un año normal estaría en La Vecilla o Vegaquemada, en la lucha. Se echa de menos.
–Estuviste años sin ir, ¿a qué se debe ahora ese mono de lucha?
–Hombre, después de muchos años de corro en corro, sin descanso, tienes un momento al dejarlo que te apetece desengancharte, estás saturado y quieres ver qué hay más allá de los pueblos con corro, estar con la familia; pero después vas volviendo otra vez a los corros y te das cuenta de que te gusta mucho, el ambiente que hay, la gente, las conversaciones... y los buenos combates,
–Hace unos años, aún estabas en activo, te hice una entrevista y dijiste que a veces tenías la sensación de practicar un deporte tercermundista; se levantó algo de revuelo, ¿lo sigues pensando?
–A ver, igual la palabra tercermundista no era la más adecuada pero la sensación que describía la sigo teniendo. La lucha sigue siendo un deporte con casi nueve meses perdidos, está la temporada de verano y poco más. No se entrena en invierno, no se entrena en serio, se hacen paripés, llegan fumando a entrenar, van cuando les parece. Hablo en general, puede haber excepciones pero la sensación general sigue estando ahí, así no vamos a ninguna parte. Seguimos siendo un deporte de pandereta y tamboril y está muy bien que formemos parte de esa parte cultural, folclórica si se quiere, de nuestras tradiciones pero cuando entramos en la faceta deportiva hay que ser conscientes de que estamos practicando un deporte que significa mucho para mucha gente. No sé muy bien qué ocurre.
–Hay muchos luchadores que practican otros deportes, judo sobre todo
–Y esos son los que más te lo dicen, te preguntan si eso que hacemos es entrenar, porque están acostumbrados a otra disciplina, a otra forma de entrenar... Así nos ocurre que llega a la lucha un deportista de otras disciplinas, muy preparado, y nos causa enormes problemas. A un buen luchador,bien preparado, en forma, es muy difícil toserle a la lucha leonesa.
–¿Cuál es el problema?
–No te voy a decir que conozco la solución, que sé lo que pasa, porque no es así. Lo que sí veo es que hay mucha gente en el mundillo de la lucha leonesa absolutamente desaprovechada, que hay excelentes luchadores que dejan la práctica activa y no se les aprovecha, no enseñan a nadie ¿Cómo pueden no estar formando a luchadores gentes como Héctor El Divino, Héctor de Castro o El Elegante, por citarte a tres que además de luchadores son licenciados en INEF y con los que veo que no se cuenta para nada. De Castro hizo un trabajo en Cistierna y ahí están los resultados. .
–Van bajando los espectadores; ¿ves un grave problema?
–Creo que es el más preocupante, pero a su vez veo que la solución vendría por el camino quehe apuntado antes. Dos luchadores en forma, bien entrenados, en el centro del corro y no se mueve nadie ¿Quién marcha de ver un Rodri-Tomasuco?, ¿quién marchaba del Héctor-Clemente? Hay que dar buena lucha y habrá afición.
–¿Fue tu época la mejor desde que hay Liga?
–Si lo digo yo parezco parte interesada; pero en mi época, en mi peso, podían ganar 8 u 9 luchadores el corro. Ahora hay luchadores que de 30 corros ganan 31. Dilo tú que los viste...
–Yo digo que, por ejemplo, en 1989 ganasteis corros en medios Ernesto, tú (Nacho), Benigno, Fernando J. Crespo, Pedro Mancebo, Agustín Escanciano, Juancho Pablos, Rafa Díez y Rubén Ríos Cuesta.
–Pues eso, tú lo has dicho.
