03/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Me llama el otro día una conocida para decirme que en su pueblo –que se encuentra en la provincia de Palencia, así que evite hacer especulaciones con municipios leoneses donde se da la misma circunstancia, porque desgraciadamente son muchos–, en este municipio del que no le voy a dar más pistas, ella y su partido eran «la llave».

Y me dice con regodeo que es ‘la llave’ una tipa que pisó por última vez una Casa Consistorial hace quince años cuando aún era una rapaza y fue de invitada a una boda civil, exactamente la misma señorita que sí sabe hacer una o con un vaso pero no le preguntes por la diferencia entre un impuesto y una tasa o una contribución especial –imagínese dirigir un pleno– pero quiere ser alcaldesa. Quiere y, posiblemente, lo sea.

En más ocasiones le he dicho que si los asuntos de política y administración en este nuestro querido país fueran de otra manera, evitaríamos entre otras cosas las llaves que para abrir una puerta de gobierno necesitan antes engrasar el mecanismo de la cerradura; sobre todo frenaríamos el dar utilidad a las llaves que vienen vacías, sin un simple llavero de propaganda y con la intención de no tardar en encontrar una argolla de lujo a la que juntarse.

Como el caso de mi amiga palentina, en León también hay un juego de llaves bastante largo donde hay piezas que vienen sin saber qué cerradura van a abrir y que como se consideran a sí mismas ‘llave maestra’ creen estar en condiciones de despejar cualquier puerta… por muy gorda que sea la tranca que la bloquea. Y esto no es ninguna broma cuando se da la circunstancia de que quien busca sacar tajada de la política realmente necesita esa tajada para cuadrar sus cuentas personales.

Créame si le digo que para dar solución a muchos casos surgidos el pasado domingo en las urnas, lo más acertado es tirar la llave y cambiar de cerradura si se dan las circunstancias para sumar sin necesidad de llaves oportunistas a nivel ayuntamiento, diputación o gobierno autonómico. En principio sonaría chocante pero no tardando se daría cuenta de que es la mejor opción. Seguro que me entiende por dónde voy.
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