La lista de espera de consultas externas se duplicó en 2021 en el Caule

Alcanza a más de 17.000 personas pero son mil más que en 2019, tras el descenso del peor año del Covid-19 ocasionado por la reestructuración del sistema sanitario

C. Centeno
09/05/2022
 Actualizado a 09/05/2022
Reducir las listas de espera es uno de los principales retos del sistema sanitario. La irrupción de la pandemia provocó un importante ascenso del tiempo medio para pasar por quirófano a causa de la saturación de las UCI, pero el medidor engloba otras actividades asistenciales como las consultas externas o la realización de pruebas diagnósticas. En el Complejo Asistencial de León, que incluye centros de especialidades periféricas como José Aguado o La Condesa, 17.546 leoneses aguardaban por una primera consulta el último día del año pasado, según los datos facilitados por gerencia. Se trata de la lista de espera estructural, atribuible a la organización y recursos sanitarios disponibles. El dato se ha duplicado respecto al anterior ejercicio, marcado por la irrupción de la pandemia del Covid-19. El último día de 2020 eran 8.122 los pacientes pendientes de ser citados por el Caule para la primera cita con el especialista, una reducción drástica que tuvo que ver con motivos multifactoriales derivados principalmente de la crisis sanitaria.

Pese a duplicarse el número de leoneses en lista de espera estructural para ser citados por el especialista en 2021 respecto al año anterior, la diferencia no es tan abultada si se compara con el año anterior al estallido de la pandemia, aunque sí ha crecido el número de pacientes que aguardan por su primera consulta. En concreto, el 31 de diciembre de 2019 estaban pendientes de citar 16.239 personas, un ocho por ciento menos que a finales del año pasado.

El brusco descenso de 2020 fue una tendencia que se replicó en otros hospitales de la comunidad y también a nivel nacional. Según explican desde la gerencia tuvo que ver con factores derivados de la pandemia, el primero de ellos la suspensión de las consultas presenciales en los centros de salud y la modificación de los protocolos, que disminuyeron elritmo de derivaciones a consultas externas del Complejo Asistencial de León. Además, el sistema de triaje telefónico puesto en marcha tanto en Atención Primaria como en hospitalaria permitió filtrar «a aquellos pacientes cuya situación no podía retrasarse respecto a los que presentaban problemas de salud que con tratamiento oportuno permitían una demora aceptable», explica. Además, las consultas externas no presenciales permitieron reducir esta lista de espera en 2020, ya que se contabilizaron 15.449 de las que casi la mitad (6.952) correspondían a primeras consultas.

Además, los leoneses que requieren de una cita con el especialista para solucionar un problema de salud tienen que esperar, de media, un mes y medio. Así se desprende de los datos de Sacyl, que reflejan un aumento de seis días en el tiempo de espera estructural para primeras consultas el año pasado con respecto a 2020. A 31 de diciembre de 2021, eran 45 jornadas las que los pacientes tenían que aguardar para ser citados en el Complejo Asistencial Universitario de León (Caule), frente a las 39 del año en el que estalló la pandemia. Sin embargo, antes de que el Covid-19 pusiera contra las cuerdas al sistema sanitario la demora media para estas consultas era de 46 días, uno más que a finales del año pasado.

Esta información recoge también las especialidades con mayor demora media y más número de pacientes en espera. Las más afectadas por ambos factores son Oftalmología, Dermatología y Traumatología.

Pruebas diagnósticas

Otra de las actividades asistenciales marcadas por las listas de espera es la realización de pruebas diagnósticas. Durante el pasado 2021 también aumentó con respecto al año anterior, que al igual que las consultas registró un descenso a consecuencia de los efectos de la pandemia. Teniendo en cuenta la espera estructural, eran 266 las personas que esperaban a realizarse un TAC en el Caule (con 56 días de demora media). Por su parte, 25 personas aguardaban por una resonancia magnética con ocho días de tardanza, 134 tenían pendiente una ecografía (28 días de tardanza) y 38 más esperaban a una mamografía (40 días). Cabe tener en cuenta que a estas listas de espera estructurales (atribuibles a la organización y los recursos disponibles) hay que añadir personas que esperan bien por aplazamientos voluntarios, bien por petición del propio facultativo.
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