La leonesa que 'inventó' el ebook tendrá una calle en Madrid

El Ayuntamiento de la capital dará nombre a una vía del distrito de Villaverde en homenaje a Ángela Ruiz Robles

L.N.C.
23/02/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Sobre estas líneas doña Angelita con su enciclopedia electrónica, precursora del libro electrónico.
Sobre estas líneas doña Angelita con su enciclopedia electrónica, precursora del libro electrónico.
El Ayuntamiento de Madrid informó este viernes de que va a reconocer la labor de Ángela Ruiz Robles, la leonesa que 'inventó' el el libro electrónico. Concretamente la vía que llevará su nombre estará en el distrito de Villaverde, según se aprobó en Junta de Gobierno. "La asignación del nombre de Ángela Ruiz Robles a una calle situada en el Área de Planeamiento Boetticher y Navarro se enmarca en la línea de reconocimiento a mujeres relevantes de la historia madrileña y española hasta ahora invisibilizadas", explicaron desde el Consistorio de la capital. 

Nacida en Villamanín, León, en 1895 y afincada en Ferrol, donde murió en 1975, desarrolló su carrera de maestra en la ciudad gallega. Fue autora de dieciséis obras sobre gramática, taquigrafía y ortografía, inventora de un nuevo método taquigráfico, y reconocida por su carrera con la distinción de Alfonso X El Sabio en la Exposición Nacional de Inventores Españoles. Recibió además la medalla de plata en la Exposición Internacional de Inventos de Bruselas.

Ángela Ruiz Robles pensó en su invento como un modo de ayudar a sus alumnos. El peso excesivo de las carteras de los estudiantes hacía necesario algún instrumento que aligerara las mochilas e hiciese más atractivo el aprendizaje. De ahí salió su enciclopedia mecánica, que incorporaba luz para poder leer a oscuras y sonido, además de la posibilidad de poder llevar varias lecciones con un solo libro.

La propia Ángela Ruiz Robles calificaba su libro como ideovisual, didáctico e interactivo, con textos que relacionaban ideas –los hipervínculos que hoy usamos en internet–. Se podía colocar tanto en vertical como en horizontal y tenía un esquema en el que se podían incluir varios idiomas a través de diferentes teclas que también daban pie a incluir las asignaturas de los alumnos. Todo armado con pulsadores, luces, lentes y bobinas, además de luz y sonido.

Estas prestaciones están estrechamente emparentadas con el e-book que a día de hoy es tan normal y que incluso se ha implantado en las escuelas, donde le hacen más fácil la enseñanza a los estudiantes. Ángela Ruiz Robles no lo vio, ya que falleció a mediados de los 70 y el libro electrónico no llegó hasta principios del siglo XXI, pero estaría orgullosa de ver la evolución de su invento en los colegios.

La española patentó a finales de los 40 su creación y recibió una oferta de Washington para desarrollarla allí. Sin embargo, la maestra rechazó la idea, ya que quería darle vida en su país. De ahí que Ferrol fuera la cuna del libro electrónico, gracias a Ángela Ruiz Robles.

El Ministerio de Economía y Competitividad publicó hace algunos años el libro «Ángela Ruiz Robles y la invención del libro mecánico», que recogía los logros de la española. Hablaba de dos patentes de la invención –la primera de 1949 y otra posterior de 1962–. Entre ambas, se desgrana el proceso que llevó a la maestra de la idea original al prototipo de enciclopedia mecánica.

También obtuvo premios por sus patentes sobre los libros mecánicos y la enciclopedia mecánica. De esta última, se conserva un prototipo realizado en el parque de artillería de Ferrol y que actualmente se expone en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de A Coruña.
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