La leonesa "más deseada" este domingo, doña Manolita

La lotera por excelencia, la imagen que sigue apareciendo en cientos de bares donde se lee "hay lotería de Doña Manolita", una hija de la tierra leonesa de La Sobarriba, donde sigue teniendo familia y probablemente nació

Fulgencio Fernández
22/12/2019
 Actualizado a 22/12/2019
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En un homenaje que hace un par de años se le rindió en su tierra a unilustre luchador, El Cojo de Paradilla, se produjo al final del mismo una escena significativa. Una mujer se acercó a algunos de los que habían participado en la mesa redonda y dijo algo parecido a esto: «Me parece muy bien el acto, les agradezco que recuperen a los personajes de esta comarca, pero a la más ilustre de todas la tienen olvidada».

- ¿Quién?; era la pregunta inevitable.
- Doña Manolita, la lotera; fue la respuesta, añadiendo la mujer que era de su familia y que en la Sobarriba había algún familiar más, algunos con negocios en esta tierra, siguiendo la tradición de la ilustre emprendedora: Manuela de Pablo Rodríguez, para todos los españoles, aficionados o no a la lotería, Doña Manolita.

No cayó en saco roto la sugerencia y algún sobarribano, como Antonio Barreñada o el párroco don Fermín, se pusieron manos a la obra y en una serie de reportajes publicados en La Nueva Crónica a lo largo del verano de este año 2019, el primero de ellos, Barreñada, ya ofrecía algunos datos que nos acercaban mucho más al rastro leonés de Manuela de Pablo.

Escribía entonces en un artículo titulado ‘El oro viejo del vivir honesto’, en el que hacía un mosaico de gentes de esta comarca a la sombra de León capital: «José Toribio de Pablo Mangas nació en Siete Iglesias de Trabanco (en la raya de las provincias de Salamanca y Valladolid), a inicios del año de la Constitución, la de 1812. Como muchos otros de los que trajeron mercancías y acabaron asentando comercio en el León del XIX (tiempos de balanza positiva en lo de la migración), su familia será la propietaria de una tienda-cantina establecida en Villavente (de la Sobarriba) que fue referencia obligada para tratantes que por aquel camino viejo, desde el Condado, desde la Montaña, venían a las ferias de León: lo de ‘Doña Martina’. De esa familia y del pueblo de Villavente fueron natales Toribio y Fernanda, quienes (los tiempos empezaban a ser otros) liaron bártulos para irse a la capital, la del Estado. Hija suya, una tal Manuela de Pablo Rodríguez, más conocida por ‘Doña Manolita’, la que en 1904 fundara su primera Administración de Lotería en San Bernardo, la Calle Ancha de Madrid. Tomen nota para lo de diciembre, ¡y que haya salud!».

Tomada la nota y con la esperanza de la salud llegó este día 22 en el que se suceden los reportajes sobre Doña Manolita, la administración y la dueña, la primera porque sigue siendo la que más vende de España, la segunda porque es un nombre sin más apoyo biográfico que un ‘imperio’ montado desde la nada y casi se podría decir que sin pasado conocido pues en todas las biografías que se publican sobre esta mujer se dice:«Nacida en 1.879, abre en 1.904 su primera administración de loterías en la calle San Bernardo».

- ¿Nacida dónde?
Nadie lo pone. Sorprende que dando tantos detalles de su primera administración, incluida la calle, nada se sepa de su origen.
- ¿Villavente de la Sobarriba?

Probablemente sí. Que es la tierra de sus padres ya se puede dar por seguro, que allí tiene familia, algunos bastante conocidos, también.

Sí se desvelan detalles de cómo doña Manolita fue sacando adelante aquella modesta administración de loterías hasta convertirse con el tiempo en un referente de la vida social madrileña, siendo numerosas las imágenes con destacados personajes de la época (falleció el 8 de mayo de 1951). Sobre sus inicios se dice que cuando abrió la administración «cuenta con 25 años y, aunque sus comienzos no son nada fáciles, tiene una belleza y carisma con las que pronto se ganará a sus primeros clientes, sobre todo estudiantes». Debía tener además la socarronería leonesa pues en un viejo reportaje de 1930, a la pregunta del secreto de su suerte responde: «Que he vendido el alma al diablo, y que por eso me colma de fortuna aquí en la tierra, a cambio de hacérmelas pagar todas juntas el día que estire la pata».

No tuvo hijos Doña Manolita y regentó la administración un tiempo su hermana con el nombre de ‘Hermana de doña Manolita’. El propietario actual ya nada tiene que ver con la familia De Pablo, es Juan Luis de Castillejo y Bermúdez de Castro, Conde de Cabrillas, nada que ver con su humilde origen en La Sobarriba.
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