La leonesa a la que Chicho llevó de la radionovela al 'Un dos tres'

María Salerno o Marta Monterrey es una leonesa de Colle que triunfaba en la España de los 70 como protagonista del último gran serial radiofónico, el famoso ‘Simplemente María’ cuando aquel mago ahora fallecido, Chicho, la llamó para azafata del ‘Un dos tres’

Fulgencio Fernández
09/06/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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Chicho Ibáñez Serrador, aquel mago de la tele que falleció el viernes, respondía en una entrevista de la revista Pronto sobre cómo eligió a sus famosas azafatas para su concurso ‘Un dos tres’, que marcó una época en la tele de los 70. De cada azafata daba una explicación y al llegar a la leonesa María Salerno necesitó muy pocas palabras: «Mírala a los ojos y lo entenderás». Después ya explicaba que era una estrella de la radio como protagonista de otro programa que hizo historia, la radionovela ‘Simplemente María’. «La había visto por los pasillos de la Ser, en revistas... y aquellos ojos tenían magnetismo y su cara también hablaba... era ideal para azafata». Y lo fue.

Con motivo de la muerte de Chicho se repiten en la televisión reportajes en los que junto a sus presentaciones de ‘Historias para no dormir’ se repiten trozos de ‘Un dos tres’... y allí está María Salerno o Marta Monterrey, que ambos nombres utilizó.

Y como, en palabras de Chicho, la leonesa (Colle, 1944) era «una azafata de libro» desembarcó en la primera etapa del programa (1972) junto a María Gustafson (Britt), Agatha Lys, Yolanda Ríos o Blanca Estrada, entre otras. Con el tiempo pasarían por el programa famosos como la actriz Victoria Abril, Lidia Bosch o la presentadora Paula Vázquez.
También la leonesa dio el salto al cine de aquella llamada época del destape, no tuvo tanta suerte pese a protagonizar algunas películas y en los años 80 se retiró abriendo dos peluquerías en la capital de España. muy cerca del Estadio Bernabeu, que, contaba en ABC, le fueron muy bien.

En Colle, su pueblo donde era obligado seguirla en radio y tele, sí recuerdan a María Salerno, sobre todo su infancia allí, algunas coetáneas guardan las fotos de la Primera Comunión con esa cara de niña buena tan propia de este día y comentan ya lo guapa que era, con sus espectaculares ojos azules. No regresó muchas veces por Colle pues la familia emigró.
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