La León-Astorga, el bache del Cantábrico

La autopista leonesa acapara el 17% del peaje entre Galicia y Francia, lo que supone un freno para el desarrollo de la vía del sur frente a la A-8, ruta paralela a la costa norte

D.L. Mirantes
16/02/2015
 Actualizado a 14/09/2019
La autopista AP-71 León-Astorga soporta muy poco tráfico, como demuestran los últimos datos recogidos. | MAURICIO PEÑA
La autopista AP-71 León-Astorga soporta muy poco tráfico, como demuestran los últimos datos recogidos. | MAURICIO PEÑA
Mariano Rajoy inauguró a finales de diciembre el último tramo de la A-8 entre La Unquera y La Franca. Se completaba así la autovía del Cantábrico que comunica el sur de Galicia con Francia a lo largo de toda la costa. Una infraestructura que estaba llamada a ser el eje vertebrador del norte de España que enlaza ejes industriales como Vigo y País Vasco pasando por enclaves portuarios de máxima importancia como el Musel en Gijón.

El coste de la vía de peaje leonesaes uno de los elementos que disuaden a los usuarios y transportistas Sin embargo, como recientemente ha comprobado la Voz de Galicia, el tiempo invertido en ambos recorridos es prácticamente el mismo (5.40 horas por la costa frente a los 5.42 por el interior). No ocurre así con el coste en peajes, ya que en el itinerario paralelo a la costa la inversión es de 13,27 euros, mientras que en el casto de la ruta al sur de la Cordillera Cantábrica el coste es de 29,04 euros, cinco de los cuales corresponden a la León-Astorga, el 17% del desembolso total.

No obstante, el coste de la vía de peaje leonesa –la que más usuarios pierde de España, al margen de las rescatadas– es uno de los elementos que disuaden a los usuarios y transportistas de utilizar el itinerario que discurre por la comunidad.

De hecho, para los gallegos y las empresas situadas en el sur de Galicia y el norte de Portugal es más favorable el trayecto por la Autovía del Camino de Santigo, pero el alto coste del peaje entre la capital maragata y Leóny la peligrosidad del itinerario alternativo por la N-120, vía convencional que atraviesa varias poblaciones,son los motivos por los que los conductores desechan este vía.

Ventajas frente a la A-8


La autopista de Aulesa, integrada en el grupo Abertis, podría ser una vía dinamizadora del eje subcantábrico, pero es en realidad un bache en este itinerario, a pesar de que el recorrido por el sur presenta notables ventajas frente al recorrido por la costa, como ha constatado el rotativo gallego.

Entre las principales razones para optar por la A-231 siguiendo después por la AP-1, en lugar de la A-8, se encuentra la mayor seguridad de la ruta del interior y la menor presencia de tramos con limitaciones inferiores a la genérica, además del menor número de controles de velocidad.

El trazado de la A-8, vertebrado a base de ‘retales’, presenta todavía firmes de cemento en los tramos más antiguos Cabe recordar que la A-8 atraviesa cuatro grandes conglomerados urbanos como son el centro de Asturias, el entorno de Torrelavega y las dos grandes urbes vascas, Bilbao y San Sebastián. Tramos de mucha afluencia que pueden hacer más difícil la conducción. También tiene un trazado más irregular con más curvas y teniendo que salvar mayores obstáculos orográficos.

Además, el trazado de la A-8, vertebrado a base de ‘retales’, presenta todavía firmes de cemento en los tramos más antiguos, sobre todo en El Principado y en Galicia.

Para la economía leonesa, que la principal vía de unión de Galicia con Francia atraviese la provincia supone la llegada de oportunidades, especialmente en los sectores ligados a los servicios inherentes a los viajero, pero también en el transporte, una de las últimas batallas de la sociedad leonesa, que reclama, entre otras cosas, el desarrollo del nodo logístico multimodal de Torneros.

Y que el principal eje del tráfico rodado en el norte del país atraviese la provincia puede ser otra razón para justificar su construcción.
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