La Lengua a Pastar

Además de la siesta, es sabido que Sacar La Lengua a Pastar es deporte nacional.Y ahora que las redes sociales son los antiguos corrillos de vecinos y la vía de expansión de la plaga de tertulianos que le llaman libertad de expresión a su sarta de cotilleos chonistas, la epidemia está sin control.

Así pues, sepamos o no sepamos, sacamos la lengua a pastar al amparo de la libertad de expresión y vomitamos opiniones y comentarios como si de un dogma se tratara.No nos importe que sea sobre un caso de supuesta violencia machista, no nos importe que sea sobre ‘esos mangantes’ que no piensan más que en huelgas que no sirven para nada.No nos importe crucificar a quien sea ni sentenciar cual Reina de Corazones . Y si resulta que metemos la gamba hasta el fondo, forma parte del deporte nacional de Sacar La Lengua a Pastar no reflexionar, no corregir, no rectificar y mucho menos pedir disculpas.

Así pues, antes de que me dé lavenada de apuntarme a la Escuela Oficial de Sacar la Lengua a Pastar, me voy a montar otro plan para el fin de semana. Me largo al pueblo a coger castañas (de las del árbol, mayormente). Espero no encontrarme en el bosque con unas de esas mesas o sillas más bonitas del mundo que se llevan ahora por los espacios naturales. Si me dan ganas de sentarme a contemplar el paisaje, prefiero sentarme en una piedra.

Por cierto, Rajoy anunció que dejará sin efecto las reválidas, por ahora. Justo un día después de la huelga educativa que no servía para nada, qué casualidad.