"La lana tiene un glorioso pasado... y un buen futuro"

El II Foro de la Lana, que se celebra desde este jueves hasta el sábado en León, analiza la situación de este sector que fue fundamental y tratará de buscar ‘salidas’ en el mercado actual

Fulgencio Fernández
01/03/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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El II Foro de la Lana —que este jueves comienza en la Fundación Sierra Pambley a las 19.30 horas— es mucho más que una sucesión de ponencias, conferencias... Al margen de analizar el sector de la lana en la actualidad, de conocer su pasado, de algunas experiencias aprovechables aquí de lugares tan lejanos como Australia, de ejemplos leoneses y extremeños ofrecerá el sábado talleres y también una reunión de trabajo con los ganaderos de merinas leoneses de Marco Antonio Calderón Villalba, director-gerente de Comercial Ovinos SCL, la mayor cooperativa que existe en España, sita en Villanueva de la Serena (Badajoz), dedicada a la clasificación y comercialización de la lana. Una persona con gran experiencia en la temática lanera, que un día antes —el viernes— disertará sobre ‘La producción y comercialización de la lana en España: situación actual y perspectivas de futuro’.

El Foro plantea recuperar y poner en valor la lana de nuestros merinos, ahora infravalorada Este II Foro está organizado por Fundación Sierra-Pambley y el patrocinio de la Fundación Vista Linda (Australia-Nueva Zelanda), sobre la que hablará el moderador de este encuentro, el leonés Román Álvarez, catedrático de Filología Inglesa en la Universidad de Salamanca. Ofrecerá una ponencia sobre ‘La Fundación Vista Linda y su implicación en la cultura, la investigación y en las relaciones entre las Antípodas y España’, algo de lo que también sabe el gran experto leonés Manuel Rodríguez Pascual, que estuvo becado en aquel país y hablará sobre ‘La producción de lana en Australia, la mayor majada del mundo’, haciendo hincapié en aquellos aspectos (manejo, esquileo, recogida y clasificación de la lana) que pueden tener una aplicación más directa en nuestra ganadería; es decir, nuevamente buscando la aplicación práctica en León.

El citado Manuel R. Pascual es quien analiza el panorama de la lana en España y, por una vez, no se repite el análisis del brillante pasado y el triste presente y futuro. Es evidente que «no es lo que ha sido» pero el investigador leonés explica que «con la entrada en el siglo XXI, tanto la comercialización como los precios de la lana han empezado a mejorar, debido a la puesta en marcha de la subasta de la lana en la Lonja Agropecuaria de Mérida, la creación de varias cooperativas para la clasificación y comercialización de la lana como las situadas en Villanueva de la Serena (Badajoz) y en Alfambra (Teruel), y al incremento de las importaciones de lana por parte de China y otros países asiáticos. Y en estos momentos, los ganaderos ya obtienen un pequeño beneficio tras pagar los gastos de esquileo».

El gerente de la cooperativa de Villanueva de la Serena, Marco Antonio Calderón Villalba, será quien explique esta exitosa experiencia y tratará de marcar un camino a los industriales leoneses.

En el siglo XXI, tanto la comercialización como los precios de la lana han mejorado con las subastas de la lana en la Lonja de Mérida y la creación de varias cooperativasEsta nueva situación, más positiva que la realidad de las últimas décadas, tiene factores que la han propiciado y que también analiza Manuel Rodríguez Pascual. «Es evidente que el pasado ha sido glorioso en nuestro país (sobre todo en los siglos XVI y XVIII), pero es posible creer que puede tener un buen futuro por sus excelentes cualidades: suave, transpirable, aislante, capaz de absorber la humedad del cuerpo, no almacena olores, baja reacción alérgica y a la electricidad estática, protección UV, no pica y produce manufacturas de elevada calidad y durabilidad». Una larga lista de cualidades a las que R. Pascual quiere añadir otra muy interesante en los tiempos que corren. «Es un producto ecológico, obtenido de animales en sistemas extensivos que aprovechan los recursos naturales (pastos de montaña, rastrojeras, dehesas,…) con bajos insumos energéticos y que contribuyen de forma directa a mantener los pueblos habitados (actividad fundamental en la lucha contra la despoblación), los paisajes y la biodiversidad. Es un producto sostenible a largo plazo, cosa que no ocurre con el algodón, cuyo cultivo exige mucha agua y fuertes consumos energéticos (maquinaria, abonos, herbicidas,…), ni con las fibras artificiales derivadas del petróleo, que son insostenibles a largo plazo».

Con estos ‘antecedentes’ señala el investigador leonés que parecen evidentes los objetivos de este II Foro de la Lana que esta tarde comienza. «Recuperar y poner en valor la lana de nuestros merinos trasterminantes y trashumantes -un recurso hasta hace bien poco infravalorado-, como una opción económica de futuro»;por ello, el Foro está dirigido principalmente a a los ganaderos (aspecto formativo), sobre todo en los temas relacionados con el esquileo, recogida de los vellones en condiciones óptimas y la comercialización de los mismos, factores que inciden de forma importante en la calidad y en el precio final del producto, como al público en general (divulgativo) interesado en la lana».

Es un producto ecológico, obtenido de animales en sistemas extensivos que aprovechan los recursos naturales y mantiene la población en nuestros pueblos Leyendo las singulares características y ventajas de la lana parece extraño que sea un sector que en un momento determinado se haya hundido después de una etapa brillante. «En la segunda mitad del siglo XX, España no fue capaz de realizar una mejora de la calidad de sus lanas y de las estructuras de comercialización. Hemos contemplado impasibles y sin hacer nada, cómo países del Cono Sur (Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Argentina, Uruguay, Chile), a partir de nuestros merinos, han realizado (y siguen investigando) mejoras genéticas que han propiciado alcanzar calidades que están cubriendo plenamente las exigencias de la industria textil lanera de los países importadores (China, India, Japón, Italia,…)».

Pero ése ha sido el punto final, antes hubo otros momentos en los que este sector pujante siglos antes fue perdiendo el liderazgo de una lana «considerada como la más fina, blanca y de mejor calidad». Manuel R. Pascual recuerda algunos: «El siglo XIXla Guerra de la Independencia originó una extracción masiva de merinos hacia otros países, su aclimatación y mejora en los mismos, con la pérdida del monopolio lanero y la caída del precio de la lana. Así, a partir del año 1818, tiene lugar un hecho insólito , y es que las lanas leonesas coticen en el mercado internacional de Londres por debajo de sus rivales de Sajonia».Pese a ello seguía siendo un producto rentable, «hasta que a mediados del siglo XX aparecen en el mercado las fibras sintéticas (derivadas del petróleo) y se intensifica la producción de algodón, iniciándose en nuestro país y en todo el mundo, un declive imparable de la lana como fibra industrial, y por ende del ovino lanero. La lana deja de interesar y los merinos se empiezan a cruzar con razas foráneas para la producción de carne. Y en este proceso, a punto estuvimos de perder la pureza de nuestro preciado merino».

Y ahora se trata de recuperar el tiempo perdido, con iniciativas como el Foro, la cooperativa de Villanueva de la Serena o el proyecto leonés Made in Slow, también presente en el Foro, con lanas de oveja merina trashumante.
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