La Junta Vecinal de Villavieja, indignada por el cierre del albergue de peregrinos

Aseguran que desde la adjudicación de la gestión a Proyecto Hombre no se presta el servicio y los propios vecinos tienen que ayudar a los peregrinos

L.N.C.
20/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Imagen de archivo del albergue de Villavieja. | C.S. (ICAL)
Imagen de archivo del albergue de Villavieja. | C.S. (ICAL)
La Junta Vecinal de Villavieja, localidad perteneciente al municipio de Priaranza del Bierzo, asegura sentirse «indignada» por la gestión del albergue de peregrinos por parte de Proyecto Hombre.

«Desde la adjudicación de la gestión del albergue, jamás ha habido trabajador alguno en el citado albergue, el cual ha permanecido siempre cerrado y sigue cerrado a día de hoy», denuncian desde el colectivo, que recuerda que Proyecto Hombre aseguró que la adjudicación del servicio permitiría la inserción laboral de jóvenes socialmente perjudicados, un propósito que no se ha cumplido y que amenaza con afectar también a la reputación del pueblo.

Y es que según denuncian los propios vecinos, los peregrinos que llegan a Villavieja se quedan «estupefactos» cuando se encuentran con las instalaciones cerradas. «En algunas ocasiones los vecinos han trasladado en sus coches particulares a los peregrinos hasta el siguiente albergue en Borrenes; en otras les han acomodado en sus propias casas y cobertizos», explican, una situación que no es sostenible.

Porque en la era de las tecnologías y las redes sociales, una crítica negativa puede hundir a un pueblo, que en el caso de Villavieja y de Priaranza, tiene en el Camino de Santiago de Invierno una vía de desarrollo que se puede ver cortada radicalmente. «A los peregrinos que hemos atendido les hemos pedido por favor que no publicasen en las redes y foros de peregrinos lo que ocurre con el albergue, ya que el pueblo sería el principal perjudicado, lo cual han entendido perfectamente», confiesan.

En cualquier caso, lamentan que una organización con el «prestigio» de Proyecto Hombre «tire por el suelo el trabajo de años» por el «reiterado incumplimiento» de sus obligaciones contractuales en la gestión del albergue. «La Junta Vecinal puso todas sus esperanzas en el albergue, como punta de lanza para la dinamización de un pueblo y una zona rodeada de naturaleza salvaje, donde se respira aire puro y se bebe todavía agua de manantial», sentencian desde el colectivo, que insta a que se ponga en marcha el servicio lo antes posible.
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