La Junta cede la maquinaria al Ponfeblino tras cuatro años de trabajo

El consejero de Fomento destacó los "hitos" conseguidos desde la recuperación de la concesión de la vía hasta poder contar con el material rodante para pasarlo al Consorcio

Mar Iglesias
11/02/2019
 Actualizado a 17/09/2019
Imagen de una de las máquinas del Ponfeblino que ahora comienza a dar pasos adelante. | ICAL
Imagen de una de las máquinas del Ponfeblino que ahora comienza a dar pasos adelante. | ICAL
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones Fernández, destacó los «hitos» que se han conseguido en esta legislatura para poder poner en marcha de nuevo el Ponfeblino, una línea ferroviaria que otrora funcionaba como transporte del carbón y que ahora se pretende destinar a otros fines que, aunque en un primer momento eran turísticos fundamentalmente, han ido variando a los industriales.

Ahora el Consorcio recibirá el material rodando, un paso más para que el proyecto siga adelante, aunque  Suárez-Quiñones siempre ha defendido su lucha por él pero también su complejidad, que se iniciaba recuperando la línea, que había sido concesionada en 1920 a la empresa Minero Siderúrgica de Ponferrada, S.A., para la explotación de la línea de ferrocarril Cubillos del Sil-Villablino para transporte de carbón. De la unión por absorción en 2008 de Minero Siderúrgica de Ponferrada, S.A. (MSP) y Hullas del Coto Cortés, S.A., surgió Coto Minero Cantábrico, S.A., que sucedió a MSP como concesionaria de la línea, sociedad sucesora que devino en concurso de acreedores.

La Junta, por Orden de 3 de mayo de 2016, dispuso el inicio del procedimiento para la resolución del contrato concesional y en diciembre de ese año, por otra orden, la Consejería de Fomento dispuso resolver dicho contrato, así como realizar la comprobación y liquidación de los bienes adscritos a la concesión administrativa, fijando los saldos pertinentes a favor o en contra del contratista. En junio de 2017, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente aprobó la liquidación resultante de la valoración del deterioro de los bienes afectos a la concesión con un saldo a favor de la Junta de en torno a un millón de euros, que forma parte del pasivo del concurso de acreedores de la sociedad que había sido concesionaria.

El 20 de diciembre de 2017, según el relato temporal de la Consejería, se firmó  acta resultante de la comprobación de los bienes que revertían a la Administración para su entrega, quedando supeditada la comprobación, entrega y reversión de los terrenos que ocupan, tanto la plataforma de la vía del ferrocarril, como aquellos en los que se ubican las estaciones afectas a la concesión. Se inició un estudio de esas parcelas por una empresa que se dio a conocer en marzo de 2018. En él resultaban en torno a 500 parcelas iniciales y 267 titularidades formales catastrales distintas a su titular real, la Junta. El objetivo posterior fue la inscripción en el catastro de las parcelas resultantes del proceso, que pasaron a ser 29 y con un solo titular, la Junta. Pese a la tardanza en el proceso «la Consejería ha considerado que dotar de dicha seguridad física y jurídica a las parcelas e inmuebles que constituyen la infraestructura, era un paso necesario para, con garantía y seriedad, hacer la cesión de uso de la misma al Consorcio», apunta.

A petición del Consorcio, recordaba el consejero en su última reunión con el mismo en Páramo, se había desgajado toda la tramitación en dos partes, una la que corresponde a la parte de la línea que está en Villablino, donde radican las principales instalaciones como talleres y otras edificaciones, y el resto, con el fin de poder adelantar la gestión de primera. La parte de la infraestructura de Villablino «está en el trámite final de presentación a la inscripción en el Registro de la Propiedad, para posteriormente tramitar un expediente por parte de la Consejería de Economía y Hacienda de desafectación a uso público». La previsión de estar en disposición de hacerse esa cesión es marzo. El resto de la línea, desde Villablino a Cubillos del Sil, lleva un trámite «en el que se precisarán dos meses más aproximadamente para llegar al mismo resultado final».

Por lo que respecta al material rodante para el Consorcio, compuesto por un vagón cerrado tipo F, de 20 t. de carga, de ancho métrico, con freno de aire, dos locomotoras G-18 U Diésel-Eléctricas tipo BB, de 110 CV de potencia numeradas con los números 1003 y 1004, fabricadas por la firma MACOSA de Valencia, dos locomotoras fabricadas por American locomotive Company (ALCO) Diésel Eléctricas, de 1300 CV de potencia, numeradas con los números 1006 y 1007, 20 vagones tolva del emplazamiento de Villablino, constituidos por las 15 unidades formadas en el antiguo lavadero más las últimas 5 unidades de la formación encarrilada más próxima a las anteriores, ya se ha concretado la cesión al Consorcio de todo ello. El consejero destacó el apoyo de la Junta en todo este proceso y lamentó que se le haya afeado el olvido del mismo.Además, se comprometió a seguir involucrado con el desarrollo de esa infraestructura que el Consorcio moverá, primero desde la visión industrial y después turístico.
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