La Junta aplaza un año la aplicación de la nueva orden de purines

La Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León ha aplazado hasta el próximo año la entrada en vigor de la aplicación de la norma sobre las buenas prácticas agrarias y medioambientales relativas al mantenimiento del nivel de materia orgánica en el suelo, y que obliga a enterrar el estiércol a través de técnicas de inyección o bandas.

Esta norma añade dos nuevos requisitos de condicionalidad sobre estas prácticas, lo que obliga a los beneficiarios de los pagos directos de la Política Agraria Común (PAC), determinadas primas anuales de desarrollo rural o pagos en virtud de los programas de apoyo a la reestructuración y reconversión o de apoyo a la cosecha en verde del viñedo, a adaptar la maquinaria de aplicación de purines.

Esta nueva normativa, que se publica este miércoles en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), prohíbe el uso de sistemas de plato, abanico o cañones y obliga a enterrar los estiércoles sólidos en un plazo máximo de cinco días desde que se suministra al terreno a través de técnicas de inyección o bandas.

Tras llevar a cabo un estudio de la maquinaria de aplicación de purines existente en Castilla y León, se comprobó que la mayoría de las cisternas tienen sistemas de esparcido de plato, abanico o cañones, cuyo uso supone el incumplimiento de condicionalidad. Por este motivo, desde la Junta se ha estimó oportuno posponer la aplicación de ese Real Decreto y establecer un periodo transitorio en la aplicación hasta la puesta en marcha de esta normativa con el objetivo de permitir que los agricultores y ganaderos cuenten con un plazo suficiente para avanzar en la adaptación de su maquinaria a las nuevas obligaciones.