Según el análisis, en estas historias gráficas, los niños protagonistas se presentan como sujetos que dialogan con problemáticas adultas. En ese sentido, los cómics se oponen a la sobreprotección del menor y la asocian a un sentimiento de nostalgia por parte de los adultos que anhelan volver a un pasado perdido.
Mediante recursos como el humor, la recreación gráfica del trauma, la denuncia y el testimonio, estos personajes infantiles ponen en cuestión el mito de la inocencia y usan la noción nostálgica de la niñez para hacer reflexionar al lector adulto acerca de sus propias contradicciones en el trato a la infancia, con el objetivo de promover el compromiso social.
Prólogo de la escritora Ana Merino
Además, el libro cuenta con un prólogo a cargo de la escritora Ana Merino, que repasa los diferentes temas de los que se ocupa el ensayo. “La infancia y el cómic nos ayudan a reflexionar sobre la sociedad que los consume y sus prácticas culturales”, asegura Merino. La conocida Mafalda de Quino, el personaje de Enriqueta creado por Liniers o los niños que protagonizan ‘Todo Paracuellos’ de Carlos Giménez son algunos ejemplos. El volumen hace el número 13 de la colección ‘Grafikalismos’ y ya se puede adquirir por 20 euros en librerías especializadas o en la propia página web de la ULE.